Cogida en el rancho desvirgue un amigo de la familia

Cogida en el rancho desvirgue un amigo de la familia

Cogida en el rancho desvirgue un amigo de la familia

Pablo era un joven que había nacido en una familia humilde de agricultores, y que por entusiasmo y tesón del muchacho, a través de becas y ayudas oficiales comenzó a estudiar siendo bastante joven, encontrándose en la época que ocurrieron los hechos que voy a relatar, en su mayoría de edad, cursando estudios de derecho. Para la familia era algo maravilloso, toda vez que en el pueblo donde residían y tenían las fincas, era poco común que una familia tuviera hijos estudiando en la universidad.  Eran siete hermanos, siendo el segundo de la familia, lo que suponía que tenía que compatibilizar sus estudios con ayudas a sus padres en las tareas del campo.

La familia tenía en arrendamiento unas fincas muy cerca de su casa, donde sembraban varios cultivos, entre ellos, maíz, papas, viña, etc. Pablo, conocía perfectamente todas las formas del cultivo y era bastante amañado, lo que llevaba que sus padres estuvieran muy contentos con el mismo. Sin embargo, pese a su edad todos lo conocían como un joven algo tímido, especialmente en el trato con sus amigas, y, no se le conocía novia. La realidad es que por aquella época, dado los escasos recursos económicos que la familia disponía, el joven tenía poco dinero para poder invitar a cualquier joven a salir con él.  Sin embargo, estaba bien considerado dada su educación y su trato amable con la gente. Por otro lado, era un joven bastante apuesto, 1.75, pelo medio rubio y ojos algo azulados, y que debido al ejercicio físico que realiza en el campo se mantenía en muy buena forma física.

Cuando le preguntaban por alguna novia, el siempre les comentaba que ahora no había tiempo para ello, que su principal preocupación era sacar adelante sus estudios. No obstante ello, Pablo desde que adquirió la pubertad, era un chico bastante activo sexualmente, aunque descargaba su adrenalina con la práctica masturbatoria, siendo un ávido consumidor de revistas porno, que por aquel tiempo eran difíciles de conseguir, ya que tampoco existía internet. Todo esto lo realizaba con tal cautela, que ni su propia madre se había percatado de la actividad efervescente del hijo.

Cuando se llevaba a cabo la cosecha de la uva, papas etc, la costumbre del lugar era que varios amigos le ayudaran en dichas tareas. De esta forma, los padres tomaron amistad con una familia algo lejana del pueblo, pero que pronto se hizo tan estrecha la relación, que venían con frecuencia por la casa de sus padres y estos ayudaban en las tareas agrícolas. Esa familia, tenía tres hijas, una de ellas llamada Cindy, la mayor, y las otras de menor edad que ésta. Evidentemente durante los primeros años en que ambas familias tomaron amistad, las hijas de esta familia visitaban también la casa y finca de los padres de Pablo.

Desde los primeros momentos, aún siendo adolescente Pablo, se sintió atraído por Cindy, aunque nunca le manifestó nada. Al contrario intentaba evitar cualquier tipo de acercamiento con la misma, pese a que la joven también se sentía atraído por el muchacho e intentaba acercarse a este, hasta el punto que lo instigaba con preguntas capciosas, etc.

Cindy era una joven bastante elegante, 1.70 de altura, rubia, cara bastante bonita. A Pablo le gustaba bastante, y se sentía atraído especialmente por los pechos que la misma poseía. No es que fueran exagerados, pero destacaban claramente en su figura. Ella se había dado cuenta de que pese a todo, Pablo la miraba lascivamente, y que se fijaba en sus pechos, lo que motivo que aún siendo adolescente, se soltara algún que otro botón de su blusa para que el joven pudiera contemplar parte de su buena delantera. Obviamente, esto lo hacía sin que nadie se percatara de su acción.

Ambos eran de una misma edad, y pronto alcanzaron la mayoría de edad. Cindy ya se mostraba interesada por los jóvenes, y en su pueblo había tenido algunos encuentros. De hecho había perdido la virginidad con un joven espabilado de su pueblo que la engatusó y terminaron haciéndolo, aunque ella exigió hacerlo con condón, pero para ella fue algo desagradable por la forma en que actuó el chico.

Ambos acostumbraban a jugar, cuando lo hacían los hermanos/as de ambos. Uno de esos juegos, consistía en tirar la pelota para alcanzar al otro, y si lo alcanzaba quedaba fuera del juego. Uno de esos días, Cindy había estado rondado a Pablo, pero este se hacia un poco el loco evitándola, pero la chica insistía. En uno de los momentos que ella tenía la pelota en sus manos, lanzó la misma con la intención de dar a Pablo. La lanzó con fuerza e intención, y la misma fue a dar en los genitales de Pablo, el cual se tuvo que echar las manos a los mismos ante el dolor que aquello le produjo, debiendo abandonar el juego.

Cuando Pablo la miró, observó que había sido intencionado, y notaba la cara de satisfacción de la joven en su rostro. El joven, se retiró del juego, y se marcho a un lugar apartado, ya que le estaba doliendo sus genitales por el balonazo. Al rato, se vio sorprendido cuando hizo su aparición, Cindy, la cual se acercó hasta donde se encontraba. Ese día la joven llevaba una falda plisada, más bien corta y una blusa blanca con botones. El chico quedo algo cortado al verla acercarse, y ella le pregunto con cierta morbosidad: -¿te he hecho mucho daño?

-Bueno… me has dado en un lugar… – le respondió el entrecortadamente.

Ella se sonrió, y le dijo: -pobrecito. ¡Casi te quedas sin ella ja ja!.

El joven le contesto:- ya sé que lo hiciste con intención.

Ella no le contesto, limitándose acercarse al mismo, y para cambiar de tema y evitar que el joven se pusiera más nervioso, le pregunto:- Oye me ha dicho Elena (una hermana de Pablo), que sabes donde hay unos nidos de pájaros en la finca. ¿Es cierto?

El joven se quedo algo extrañado, pero no obstante le contesto: – pues sí. Conozco unos cuantos.

-¿Por qué no me los enseñas? Le preguntó la joven directamente.

Pablo, pese a su timidez deseaba también estar con la joven, la cual le atraía cantidad, la cual había sido fuente de inspiración de sus prácticas masturbatorias. Por ello, ante la petición de la joven, sabiendo que la parte de la finca donde se encontraban los nidos estaba algo alejada de la casa, y en esa fecha no había nadie, le contesto:  Solo yo lo conozco. Tienes que prometerme que tampoco se lo revelarás a nadie.

-claro.  Contesto ella.

-Bueno está un poco alejado de aquí. En la huerta del fondo. ¿Te atreves a venir?- Le preguntó el pensando que quizás no quería acompañarlo hacia esa parte de la finca que ella también sabía que era bastante frondosa, sembrada de maíz y viñedos, y bastante arboleda.

La joven, en el fondo se excito. Deseaba estar a solas con el joven, y acudir aquella parte de la finca, solos ellos dos, era algo alucinante. Sabía que Pablo siempre se había portado con bastante timidez, y eso a ella le enardecía. Por ello, le contesto: – ¿Bueno…tampoco me vas a comer verdad? al tiempo que se dibujo una sonrisa en su boca.

El joven entonces le pidió que le siguiera y comenzaron a caminar hacia la citada huerta. Durante el trayecto procuraron, a instancias de Pablo, que nadie los viera, ya que no quería que luego lo siguiera cualquiera de los demás jóvenes y localizaran el nido de pájaros. Aunque Pablo tampoco quería que nadie pudiera sospechar que estaban solos en esa parte de la finca.

Durante el trayecto, hubo que descender por unos pequeños senderos, con lo que el joven se prestó ayudarla, tomándola por primera vez de la mano. Sentir el calor de mano de la joven, revolucionó el muchacho. Pero ella también colaboró, y pronto se hizo la que resbaló para ir a caer sobre el joven, el cual la sujeto para que no cayera al suelo. Al intentar sujetarla, una de sus manos palpó por primera vez el pecho de la joven.

-¡oh ten cuidado por donde me agarras!. ¡Qué atrevido!- le contesto la chica.

-Lo siento Cindy. Te ibas a caer. ¿Acaso querías que te dejara caer?

-claro que no. Pero me has cogido un pecho. No sabía que fueras tan descarado- le contestó ella, que tenía intención de calentar al joven.

-Bueno… tú hace un rato me golpeaste en mis partes.

Ella para cambiar de tema, observó unos parrales de uva, donde aparecían unos racimos grandes y algunos ya maduros, que apetecía llevarlos a la boca. Ante ello, le dijo: -¿Oye Pablo. Crees que tu padre se enfadara si le robo algunas uvas?

-Te apetece. Vale… pero con una condición. Yo las cogeré del parral y te las pondré en la boca. El joven estaba igualmente excitado, y hasta se había asombrado el mismo por lo manifestado. Pero al final se había atrevido, aunque no sabía cómo iba a reaccionar la joven.

Cindy, se agitó y se sonrojó ante la petición del joven. ¡No se lo esperaba!. Le hacía más tímido. La petición del joven de ponerle las uvas en la boca se le mostró como bastante sensual. Pero ella, quiso poner mayor morbosidad al asunto y le dijo:- Ya, pero yo también pondré otra condición: no podrás utilizar las manos para ponerlas en mi boca.

-y ¿cómo quieres que te las ponga? Le preguntó el joven.

-ah. Tendrás que ingeniártelas. ¡Pero no puede utilizar las manos!.

Pablo, se quedó de piedra. No obstante  tomo de un racimo, unas uvas que considero óptimas y maduras, y le quitó el hollejo y luego se la puso en los labios, y la acercó hasta la boca de la joven. Evidentemente era la única forma. En cuanto ella sintió los labios del joven en su propia boca, engullo los del mismo. Sin decirse nada, fue ella la que tomo unas uvas de la que poseía Pablo, y la puso en su boca para luego acercarla hasta los labios del joven. Pero esta vez, se entretuvo y ambos se besaban al tiempo que hacían que estaban sorbiendo el jugo de la uva. Cindy se dio cuenta que había mojado las tanguita que llevaba.

¡Joder como esta de lanzado este chico hoy!.- se dijo para sí.

Mientras tomaba otra y hacia la misma operación, Pablo había contemplado como su pene emergía bajo su pantalón. Lo que no paso desapercibido para la propia joven.

Luego, Pablo tomo otra uva en los labios, se le cayó introduciéndose por la blusa de la joven.

-oh..Exclamo ella al sentir, la uva bajar por la ranura de sus pechos.

Pablo se quedó excitado. No sabía qué hacer. Entonces la joven la dice:- Pablo, tienes que recoger esa uva. Pero, recuerda no puedes utilizar las manos.

Pablo no se lo podía tampoco creer. Ante ello, optó por acercar su cara hasta el pecho de la joven, y con los labios y dientes logró soltar tres botones de la blusa de la chica. Ello motivo que al momento apareciera claramente el sostén de la misma, poniendo de relieve una parte de los voluminosos pechos de la joven. Localizó que la uva se había metido por unos de los tapapechos de la citada prenda intima, por lo que sin pensarlo, jugó con su boca hasta lograr apartar el tapapechos, lo que conllevó que quedara a la vista del mismo, el pecho desnudo del lado derecho de la joven, observando que no solo era bastante grande y firme, sino que terminaba en aureolas con unos pezones bastante pronunciados.

-oh joder Pablo. ¡Nene que atrevido eres!… oh … que vas hacer …. Exclamo la joven al sentir como el hijo de los amigos de su padre, tan modosito, ahora le había logrado sacar uno de sus pechos fuera, con la propia boca del mismo.  Mas sorprendida se quedó cuando comprobó que el joven comenzó a lamer la zona donde estaba la uva, exprimiéndola, y esparciendo el jugo con su boca por el pecho de la joven. –oh Pablo …que haces oooh.. Pero éste, lejos de retirarse, con avidez continuo mientras lamia parte de pecho, logrando alcanzar el pezón, sorprendiéndose de lo empitonado que estaba, para luego sorberlo suavemente entre sus labios. Aquello levantó los suspiros de la joven: -oh … Pablo. Te estás pasando.. oh… que haces…oh nene….

La joven se había visto sorprendida con la acción del joven. Aunque ella en el fondo lo deseaba. Había soñado también con tirarse aquel joven. Incluso había decidido que sería suyo como fuera. Y ahora, aquella fantasía parecía que tenía todos los visos de poder hacerse realidad. Sin poder contenerse, mientras el joven no dejaba de sobar y mamar el pecho de la joven, ésta con una de sus manos alcanzó el bulto del pantalón del joven, pasando la mano por arriba sorprendiéndose de la dureza y enormidad del mismo.

Ante ello, Pablo la miro, y le dijo:- No te contengas Cindy. Anda tómala. Sé que estas deseando verla.

La joven completamente excitada, sin contestarle, le retira el cinturón del pantalón, luego le baja el cierre, con lo que los pantalones del joven cayeron al suelo. Observó el calzoncillo del chico, que mostraba una petulancia tremenda. Con tremenda morbosidad, le baja también este, mostrándose ante la joven un pene de unas dimensiones bastante largas y no menos grueso. La joven miró incrédula el tremendo falo que tenía el joven, y exclama: – “joder que grande”.

-¿Te gusta Cindy?. Le pregunta él.

Ella lo mira bien, observa las venas que recorrían aquel pene, y se da cuenta que nada tenía que ver con el pene que le había metido el joven de su pueblo. Aunque temerosa por el poderío que aparentaba aquel falo, notó que su coño se mojo completamente.

Ella no le contesto, sino que acerca su boca a la del mismo y lo besa ardientemente. Se comenzaron a besar, sin que ella soltara el pene que seguía manteniendo en su mano, y que además sopesaba pasando la mano a lo largo y ancho de los genitales del joven. Este, ahora más desinhibido, había tomado el pecho de la joven y también lo sobaba con una de sus manos.

De pronto, escucharon un ruido, se pusieron nerviosos pensando que era alguien que se acercaba. Pablo reaccionó a tiempo, la tomó de la mano, y subiéndose un poco los pantalones, la hizo seguirle hasta meterse bajo unas parras de viña bastante frondosas, que permitían ocultarse bajo ellas sin ser vistos. Viendo que existía bastante hierba seca en el suelo, se recostaron sobre esta.

-creo que alguien vine – le comentó ella.

-tranquila. Aquí nadie nos vera. La viña es bastante frondosa. Seguro que habrá sido un mirlo o cualquier pájaro. Relájate.

Por primera vez, se encontraban frente a frente, y el dijo:- que bonita eres Cindy. Una verdad preciosidad.

-¿de verdad lo crees? Pensé que nunca te fijarías en mí. Siempre me has dado el esquinazo. Le contesto ella.

-Soy algo tímido. Pero desde que te vi en mi casa por primera vez te he deseado. ¡Lo juro!.

Ella entonces lo besa en la boca, y comienzan una serie de besos, hasta que el se baja de nuevo el pantalón y toma en su mano el cipote a pleno rendimiento, y le dice: ¿Has visto como me tienes?

Ella observa el pene del joven, y le dice:- joder Pablo. La tienes bien grande. ¿No me digas que pretendes meterme todo eso?.

-Siempre he soñado que te la enterraría hasta los huevos. Has visto mis testículos.- le contesta el joven, instándola a que tocara sus testículos.

Ella accede, y al tenerlos en su mano, exclama:- ¡que grandes son!. Joder nene tienes que tener mucha leche ahí. ¿De verdad te has pajeado pensando en mí?

-muchísimas veces.

Ella se entretiene mirando el tremendo falo del joven, manoseándolo con su mano, y sonriéndole le dice:- No sé si mi chochito soportará tremenda polla. Creo que la tienes muy grande para mi vagina.

-¿por qué no lo intentamos? Le responde el joven excitado.

-No sé. ¿Tienes condones?… a pelo tengo cierto reparo. No quiero aparecer preñada ante mis padres. Me matarían, y a ti también.

Pablo se quedo nervioso: ¿condones?… ¡claro que no!… Bueno Cindy …yo nunca los he usado.

-¿nunca has usado condones? ¿Y cuando lo has hecho, lo haces a pelo? Le interroga ella.

Pablo entonces la contesta: te confieso que yo aún no lo he hecho con nadie.

La joven se excito al oír aquellas palabras ¿No me digas que aún eres virgen? ¿Lo dices en serio?

-Por lo que veo tu no.  Pero, tengo unas ganas enormes de estrenarme contigo.

-Ya  veo Pablo. ¡Pero hacerlo sin condón!. Además, solo lo he hecho una vez, pero… aquel chico tenía una pene que nada tiene que ver con el tuyo. Es que…¡chico lo tienes bien grande!

-Anda al menos colócate sobre mí. Quiero sentir tu coñito por encima de mi polla. De esta forma no te pasara nada.

A la joven aquella idea le excito. No era peligrosa, y encima era algo que ella nunca había llevado a cabo.  Se dio cuenta, que pese a ser virgen Pablo conocía algunas posturas sexuales.

Entonces deseosa, se procedió a bajar la tanguita que llevaba, apartándola a un lado, para luego colocarse a horcajadas sobre el joven. Fue la primera vez que Pablo vio un coño en realidad.  Al abrirse de piernas Cindy, le mostró al muchacho toda la raja de su coño, y el abundante vello que poseía. Se quedó maravillado. La chica se dio cuenta y le dijo: – ¿qué te parece mi coño? ¿Te gusta?

-Claro que si Cindy. Es precioso.. Me encanta- le contesto embobado.

-ya lo veo. Joder mira como se te ha puesto la polla solo la verme el coño. Anda déjame bajarla, así empitonada ja ja.

La joven, entonces, tomo el pene en sus manos, y lo puso en posición horizontal sobre la barrida del joven, procediendo luego  a sentarse sobre él. Al momento los labios de su coño abrazaron la polla del joven, sintiendo ambos el calor de sus sexos.

-Um Cindy. Que delicia sentir tu coñito sobre mi pene.

El joven la hizo recostarse más sobre él, y la comenzó a besar en la boca. Sus labios se entrelazaron. La joven se dio cuenta que los labios de su coño abrazaban el pene del joven y lo estaban embadurnando con sus propios jugos. Poco a poco, sin pensarlo comenzó a moverse hacia delante y hacia detrás sobre el pene, como si estuvieran follando, pero sin meterse el pene.

– ¿te gusta Cindy?- le pregunto él sin dejar se besarla, al tiempo que sus manos se colocaban en las posaderas de la joven atrayéndola hacia su cuerpo una y otra vez.

-¿Ya lo habías probado con otra chica antes?- le pregunto ella.

-Jamás. Pero en las revistas porno se aprenden muchas cosas. Le sonrió él.

-Ya veo. Oh joder me gusta. Vas hacer que me corra. Le contesto ella, alcanzando pronto un orgasmo en aquella posición.

Al terminar su orgasmo, aún seguía su coño abrazando el nabo del joven. ¡Se veía tan grande!. Ella deseaba metérselo dentro. Pero a pelo se retraía. Como si el joven leyera su pensamiento, le dijo: -No te apetece metértela. Sé que deseas tenerla dentro de tu coñito. Al menos métetela un poco y luego te sales. “Así me desvirgas”.

-sabes que lo que me pides es peligroso- le contesta ella, aunque lo estaba desenado. Pero eres un cabrón, me tienes bien arrecha. Pero ¡solo un momento, y me salgo!.

La joven bien excitada, se hecho hacia atrás, y tomando la polla del chico la dejó en vertical y la acercó a sus rajita. Aquel falo le parecía enorme para su coñito. Primero enjugo el glande con sus jugos y luego se fue sentando. Al momento sintió como aquel pedazo de carne, nada tenía que ver con la polla que la había desvirgado. Oh Pablo … me vas a reventar.. oo sii oooo decía a medida que se iba sentando y cada vez le entraba un poco más la tranca del joven.

-oh Cindy que delicia. Uf creo que me voy a enamorar de ti. Qué coño tienes preciosa… anda clávatela toda… oh si mi amor …. Quiero que te la metas toda- le instaba el.

-Oh… me vas abrir. Ooo siii…. Oh cabrón que verga. Me vas a reventar….oooo

Poco a poco fue descendiendo, viendo como su coñito se abría al tiempo que se iba tragando el nabo del joven. Cuando se dio cuenta, observó que había tocado fondo. Sus nalgas hicieron tope con las bolas del joven. ¡Se la había encajado totalmente!. Se sentía totalmente ensartada, abierta como nunca. Las paredes de su vagina estiradas la máximo.

-oh si Cindy. Te la has clavado toda. ¡Me has desvirgado!… oh si que placer. Oh cuanto tiempo deseándote.

-¿era como pensabas?- le pregunta ella morbosamente.

-mucho mejor. Oh nena tienes un coño maravilloso. Anda cabálgame un poco. Vamos…

-pero solo un momento. Oh Pablo. Al final te has salido con la tuya. ¡Como me preñes nos la ganamos!.—decía comenzando a cabalgar sobre la polla del joven.

Pronto sus cabalgadas fueron cada vez más veloces. Se dio cuenta que tenía que salirse, pero su cuerpo le decía que necesitaba correrse con aquella polla dentro de su cuquita. Por ello, continuó pese a todo, hasta alcanzar un sonoro orgasmo, que si hubiera habido alguien cerca los hubiera pillado.: oh siii me vengo ooo siiiiiiii

Al acabar, se hecho agotada sobre el pecho del joven. Este entonces, el joven con un movimiento la gira y la coloca boca arriba, colocándose el encima. Todo ello sin sacarle la polla del coño de la chica. Esta se quedó sorprendida. Sin esperar a razones Pablo comenzó a bombearla, metiendo y sacando su enorme falo de la vagina de la joven. Esta le dijo: – oh Pablo que haces …. Tienes que salirte… oh… es peligroso ooo Dios,…. Como me abres… oh esto no es lo que dijimos  ohhh coño….

Pablo estaba fuera de sí. Era el primer polvo de su vida. Quería disfrutarlo. Quería que no se le olvidara. Sabía que la chica tenía razón y debería salirse, pero estaba tan excitado. Quería clavarle toda su polla aquella chica antes las bolas una y otra vez, y lo estaba consiguiendo.

-oh Pablo oooo –la joven intuyó que el ritmo que llevaba el joven amigo de su familia, tenía toda la tinte que querer vaciarse dentro de ella. Esto la puso al borde del éxtasis. ¡Joder se iba a correr dentro… y ella no estaba protegida!. La primera vez lo había hecho con condón.  Aunque en el fondo deseaba sentir la leche del joven, pero era peligroso: – tienes que salirte… no puedes hacerlo dentro… oh joder lo veo en tus ojos oooo cabron….

-Vamos Cindy. ¡Sé que deseas mi leche!. Es mi primera vez. Siempre he soñado que te llenaba con mi semen. Necesito hacerlo…- le decía sin parar de bombearla, cogiéndola por la piernas y arremetiendo contra ella, sin parar, pistoneando la vagina de la joven sin parar.

-oh Pablo. No lo hagas… oh cabron te siento oooo- decía ella mientras veía como pronto se hinchaba la polla del joven y comenzaba a brotar su semen dentro de su cuquita. No se lo podía creer. Se estaba corriendo dentro de ella. Era algo que ella nunca había experimentado, en cuanto sintió el calor del semen dentro de su vagina, ella tambien se excito y comenzó a convulsionarse, alcanzando un nuevo orgasmo, al unísono con el joven.

Terminaron rendidos sobre la hierba seca. Cuando el joven sacó su pene de la vagina de la joven, constato que aún su pene manaba gotas de semen. Observó la vagina de Cindy, la cual se había abierto al máximo contemplando un tremendo boquete, del que salían restos de su semen. Ella se miro igualmente, y le dijo:- Joder Pablo. Me has llenado. Has visto como me has dejado. Me has abierto un boquete….oh Dios ¿ Y …si se me has embarazado?… mis padres me matarán.

Pablo, sabía más o menos el ciclo de las mujeres. Lo había aprendido en las revistas, y tras preguntarle por la fecha de su última regla, verificó que las posibilidades eran relativamente escasas. –tranquila. No creo que este ovulando. Me ha encantado. Sabes. ¡Te juro que nunca te olvidare! ¡Has sido mi primera mujer!. Ha sido maravilloso.

Ella le agradó la forma en que el chico se expresaba, y le contesto:- para mí también es como la primera vez. La otra la hice con condón. Hoy he sentido tu leche dentro de mí y … cabronazo me he corrido a gusto.

-Vamos quieres ir a ver el nido de pájaros- Le preguntó el sonriendo.

Ella aceptó y llegaron hasta una zona llena de matorrales, donde localizó tres nidos de pájaros con algunos pajaritos ya dentro y otros con huevos. Cindy quedo ilusionada.

Mientras contemplaba uno de los nidos, ella capó la mirada de Pablo hacías su trasero. Entonces se gira, y sonriendo y le pregunta:- ¿qué miras? ¿Me estabas viendo el culo?

-Joder Cindy. Tienes también un trasero perfecto.

-No me digas que también te gustaría clavármela por ahí.

-Ganas no me faltan. Otro día…. Pero,  tener una hembra como tu delante. Aquí en este lugar, me está apeteciendo echarte otro polvo.- le contesto morbosamente.

Ella se sorprendió. Pensó que lo decía por decir. Pero al contemplar el bulto en el pantalón del joven se dio cuenta de que lo decía en serio. El joven entonces se bajó de nuevo el pantalón y le mostró su cipote de nuevo totalmente empalmado.

-pero joder… ¿estás de nuevo así?… que cabron…. Así que quieres follarme otra vez.

Esta vez ella se bajó la tanga, y se colocó en cuatro sobre la hierba existente y lo incitó a que la montara. –vamos cabron… que esperas …. Clávame como una perra.

El se coloco tras ella, y al momento hundió su poderoso cipote en la coñito aún mojado de Cindy. Se la estuvo follando en esa posición durante varios minutos, hasta que vio q     ue estaba a punto de venirse de nuevo. Oh Cindy me voy a venir de nuevo. ¿La quieres dentro?

-Oh cabronazo….ya me llenaste antes. Que más da. La quiero dentro otro vez. ooo vamos lléname otra vez.

El joven no se hizo de rogar y volvió a regar el coño de la joven nuevamente. Tras ello se volvieron a colocar sus ropas y regresaron a la casa.

Sin embargo, al mes siguiente, los padres enviaron a Cindy con sus abuelos, a bastante distancia de donde ellos vivían, por lo que no volvieron a verse durante muchos años. Mientras tanto, Pablo terminó la carrera de derecho, monto su despacho, se caso y tuvo dos hijos. El supo por la familia de Cindy, que esta se había casado y tenía también un hijo. Y así fueron pasando los años.

Pablo, pese al tiempo transcurrido, cuando alguna vez hablaba con las hermanas de Cindy, añoraba verla. No sabía cómo había cambiado, pero aquel primer polvo le resultaba inolvidable. Aunque casado, siempre recordaba aquel primer momento.

Cierto día, mientras se encontraba en su despacho profesional, la secretaria le anunció la visita de una cliente nueva. Cuando la hizo pasar se quedó sorprendido al contemplar de quien se trataba. – ¿De verdad eres tu….. Cindy?

-La misma. ¿Tan cambiada me ves?- le contesta la mujer.

-La verdad es que sigues tan elegante como siempre. Hacía mucho que no te veía. ¿Cómo te ha ido la vida?- le preguntó el haciéndola tomar asiento.

Ella le contó su vida, como se había casado con un hombre algo mayor que ella, con el que tenía un hijo. Ella había venido por un problema de la herencia de sus padres, y necesitaba hacerle una consulta. Tras hablar un rato, al tener fuera gente esperando, tuvieron que acabar. Ella le dijo que solo estaría poco tiempo, solo hasta el fin de semana, luego tenía que regresar.

Cuando se marcho, Pablo se quedó pensando en aquella mujer.  Ahora no era la chiquilla de entonces, era una mujer bastante elegante, que conservaba su belleza, y con algunos kilos de más, pero que la hacían sumamente hermosa y apetecible. Cuando la observó marcharse, se dio cuenta que ella se giró para ver si la estaba mirando. Esa noche Pablo le echo un polvo a su mujer que hasta la misma se sorprendió. Lo que no supo la esposa era que lo hizo pensando en Cindy.

Pablo pensó que no volvería a verla. Sin embargo, el domingo por la mañana, se sorprendió al sonar el teléfono de su móvil, con un número que él no conocía: -hola soy Cindy. Quizás te interrumpo, pero es que me ha surgido un problema y mañana me marcho. ¿Tendrás unos minutos para atenderme?

Había pensado en acudir con unos amigos a tomar una copa y ver un partido de futbol. Normalmente no atendía ninguna cita fuera del horario de oficina. Pero, la excitación de volver a ver aquella mujer, le hizo recapacitar, y decidió aceptar verla.  Por ello le dijo: -vale. ¿Te parece bien sobre las diez en mi despacho?.

Evidentemente en el despacho no había nadie. Era domingo, y casi el edificio de oficinas donde tenía Pablo su despacho estaba igualmente vacío. Al rato de haber llegado, suena el interfono de la calle, y la hace subir. Nada más abrirle la puerta, Pablo se dio cuenta de que algo podía ocurrir esa mañana. Cindy venía con una falda más bien corta, sumamente ajustada, donde se veían unos muslos perfectos, rematada con una blusa, casi descotada, que dejaba entrever sus aun firmes y voluminosos pechos.

El nabo de Pablo se envaró nada más contemplar aquella portentosa hembra. Nada que ver la joven que conoció en su dia.

-pasa Cindy.

Tras cerrar la puerta de la oficina la hizo pasar a su despacho.  Ella se dio cuenta de sus miradas, y le dijo: – ¿estoy muy cambiada Pablo?

-¡Sigues estando preciosa! Lo que se dice un pedazo de mujer. Le contesta el sonriendo. Y sabes que no digo en serio.

Gracias. Tú tampoco has cambiado mucho. Te veo bastante joven, y físicamente muy bien. Le contesto ella sonriendo.

Estuvieron hablando de la consulta que quería hacerle, que fue bastante sencilla, por lo que el intuyó que Cindy buscaba algo más. No era posible que le llamara solo para consultarle aquello.

Ella en un momento dado se levantó, y contoneándose se fue hacia la ventana, dejando a la vista de Pablo, aquel cuerpazo de mujer. Ella se gira y le dice: – tienes unas vistas preciosas desde aquí.

-Es cierto. Pero, “nada que ver con la vista que ahora tengo delante”- le susurró el. Fue un atrevimiento pero quería saber hasta dónde podía llegar.

Ella se percató de que se refería a ella, y girándose hacia donde se encontraba en la mesa, le pregunta::- ¿Aun sigues pensando en aquel día?

-Jamás lo he olvidado. Fuiste mi primera mujer. Eso jamás lo olvidaré- respondió él.

-Ya ya. ¿No me digas que también te la cascas pesando en aquel momento?-le contesta ella de forma directa y con bastante morbosidad.

-si te soy sincero. En muchas ocasiones. No sabes lo que he añorado poder tenerte de nuevo.-le dice el sin más, ante la respuesta de Cindy.

-vaya ¡siempre eres tan directo!. Luego ella se acerca hasta la mesa, y con una carita de autentica loba en celo le vuelve a preguntar:- ¿No me dirás que aún la conservas tan grande?.

El hombre se excita ante la pregunta de la mujer. Se dio cuenta de que aquella mujer quería guerra. ¡Eso estaba evidente!. Por ello le contesta: – creo que no ha bajado ni un milímetro. ¡Esta tan grande como la recordabas!. Bueno… creo que quizás haya crecido un poco.

-¿de veras?… ¿no te estarás tirando un farol? Le contesto ella agitada al escuchar la respuesta del hombre.

-Eso es fácil de demostrar. ¿Si quieres podemos comprobarlo?.- le contesta el con total decisión.

-ya.  ¡Eso quisieras tu…! Ja ja……. Pablo ¿cómo se te ocurre decirle esto a una mujer casada, y madre de un hijo?.  le contesta ella sonriendo.

-Yo también estoy casado. Pero eso no cambia nada. Ahora solo debemos pensar que somos una mujer y un hombre. Podemos recordar aquel primer momento. ¿No crees?.

Ella le sonríe. Y el añade: Joder Cindy con ese cuerpazo que tienes te volvería echar un polvazo de antología.

-Ja ja… veo que sigues pretendiendo cogerme… Pero no he venido a eso!. Le contesta ella haciéndose la coqueta.

-Pero sé que me deseas. Y añade, para incitarla ¿Has hecho el amor sobre una mesa de despacho como esta?, ¡seguro que nunca!  Mostrando la mesa de su despacho.

-¿a cuantas clientes te has follado aquí?- le pregunta ella agitada por la propuesta.

-a ninguna. Nunca mezclo el trabajo con el sexo. Pero hoy estoy dispuesto hacer una excepción.

-¿Cómo se te ocurre pensar que voy a follar contigo? Le contesta ella. Eres muy presuntuoso. ¿Qué fue de aquel jovencito tímido?

-Vamos Cindy. Nadie se va a enterar de esto. Y añade ¡Anda preciosa… joder con ese cuerpo que tienes… Oye pensándolo bien: ¿podrías hacerme un estriptis?.

-Pretendes que haga un estriptis para ti. Ja ja… sí que estás loco.- le dijo ella excitada y riéndose.

Aquella proposición le había calado hondo, y notaba que sus bragas ya se hallaban mojadas. Había deseado encontrarse de nuevo con Pablo. Incluso esa mañana se había preparado pensando que excitarlo. Cindy solo tenía un hijo con su esposo, y añoraba tener otro. Pero su esposo no estaba por la labor, al margen de que era poco activo sexualmente. Se limitaba alguna postura tradicional y para de contar. Es más, en algunas ocasiones ella imitaba el orgasmo, pero en realidad se quedaba a medias.

Por otro lado, su ginecólogo le había requerido que su marido se hiciera alguna prueba para ver si su semen aún era válido. Pero el se había negado en todo momento. Ella logró tomar una muestra de su semen en una ocasión y la llevó para hacer un spermiograma. El resultado la dejó hundida, ya que los espermatozoides de su esposo eran poco vigorosos y el ginecólogo le aseguro que veía poco probable un embarazo.

Ella había desechado la idea de tener un segundo hijo, pero cuando tuvo la entrevista con Pablo en su despacho, se quedó maravillada de la forma física que aún mantenía el mismo. En la noche recordó aquellos dos y únicos maravillosos polvos, en aquellos primeros años de juventud, y aún recordaba el calor del semen del joven en su vagina. Fue en ese momento cuando abrigó la esperanza que volver a tener un nuevo encuentro con Pablo. Se dio cuenta que solo tenía unos días. Pero además, era domingo, el día antes de su partida, y no tenía otra ocasión. Se había tomado la temperatura y había comprobado que estaba en sus mejores días de fertilidad. Ello le animo a llamar ese mismo domingo a Pablo. Sabía que lo que estaba haciendo era una locura, una infidelidad, pero en el fondo necesitaba sentir de nuevo la bravura de aquel hombre, y su caliente semen en su vagina. Y, ahora se encontraba en el despacho del mismo, completamente solos.

Por ello, la propuesta del hombre para que le hiciera un estriptís, la termino de calentar. Sin pensarlo, ante la sorpresa de Pablo, comenzó a desabrocharse la blusa mirando de frente al mismo, quedándose solo con un sostén dos piezas que apenas le cubría un poco sus pechos. Le lanzó la blusa hacia la mesa como hacen las profesionales. Luego se agachó para que aquel pudiera contemplar sus pechos. -Qué ¿se te está poniendo dura?

El hombre no le contesta, solo se  toca su mandarria y la mira.

Ella continua y con un movimiento sexy, se baja la falda, quedándose con una braguita minúscula. Pablo se dio cuenta que Cindy se depilaba una parte del coño. Pero no todo. Su polla emergió al ver aquella tremenda mujer.

-¿qué te gusta la que ves? ¿Quieres que continúe? Le pregunta ella.

-si preciosa. Vamos no te detengas. Le contesto agitado.

-pues antes ¡quiero que hagas lo mismo!. Vamos quítate la ropa y quédate en calzoncillos. Le exigió la misma.

El no se hizo esperar y pronto estaba solo con un slip, que se notaba apretado, donde se remarcaba el bulto de su cipote.

A la vista de ello, se desprende de su sostén quedando solo con la braguita. El hombre no pudo más: -joder nena. Que preciosidad. Estas mejor que cuando eras joven. ¡Te voy a comer toda!

– ¿quieres verme totalmente desnuda?… Le pregunta ella: pues antes….¡ fuera ese slip!. ¡Quiero ver si la polla que tienes es como la que me comí la otra vez!.

Pablo, totalmente excitado no se hizo esperar, y al instante se desprendió del slip, quedando en pelotas ante la mujer. Cuando ella observó el cipote que mantenía Pablo, se dio cuenta que quizás era mayor que el de entonces, e incluso le pareció algo más grueso.

-que te parece preciosa. ¿Has visto la que tengo preparada para ese coñito?

-Ya veo cabronazo. Parece que aún mantienes una buena polla.

La visión del nabo del hombre la terminó de decidirse, y acto seguido se desprendió de su braguita, con un movimiento sensual, quedando igualmente en pelotas.

Cuando Pablo observó aquella mujer totalmente desnuda, se dio cuenta de que Cindy era un portento de mujer. Los kilos que había subido la hacían más apetecible. Al girarse ella para que la observara por detrás, contempló aquel perfecto trasero. La miro de arriba abajo, contemplando aquellas hermosas caderas bien contoneadas, aquel precioso trasero, con unas nalgas bien diseñadas, y las piernas perfectamente homogéneas, sin pizca de venas visibles. Se dijo para sus adentros: ¡Jamás pensé que Cindy se mantuviera tan bien!.

Su polla se envaró de tal forma, que apuntaba hacia arriba y casi paralelo a su barriga. La mujer al ver como se le puso la polla Pablo, le dijo:- ¡ya veo que te gusto. Jo jo….¡como se te ha puesto!

Luego ella se fue acercando realizando movimientos sexy hasta donde se encontraba. El hombre permanecía sentado en el sillón. Ella se acerca por detrás del mismo y se alonga hacia delante hasta colocarle los pechos en la boca de este. –anda chúpamelos. No tenemos uvas, pero… comételos de nuevo.

Mientras Pablo lamida y chupaba aquellos hermosos pechos, el estiró la mano colocándola entre las piernas de la mujer. Al momento comprobó que aquel tesoro estaba muy mojado. Aquello incremento su excitación, y tras besar en la boca a la mujer repetidas veces, la hizo que acercara su boca a la altura de su tranca. Ella se sorprendió, diciéndole: -¿No pretenderás que te la mame? Ella jamás lo había hecho.

Vamos preciosa, mama esta buena tranca. Siente en tu boca lo que luego para atravesarte el coñito.

Ella no se lo pensó mucho y tras tomar la tranca en su mano, sopesó la dureza de la misma, para luego lamer la punta del capullo, hasta terminar metiéndose una buena parte de la misma hasta cerca de su garganta. Al propio tiempo la mujer palpó los testículos del hombre verificando que estaban bien cargados. Aquello la incitó aun más.

-oh asi.. Nena.. lo haces bien. ¡Joder que clavada de voy a meter!.

Tras unos momentos en que Cindy  estuvo mamando la polla del hombre, este se dio por satisfecho y tomándola la subió sobre la mesa haciendo que se quedara sentada sobre este, con sus piernas colgando hacia el sillón donde estaba el hombre. El la abre las piernas y observa aquel perfecto y bien arreglado conejo. Nota la abertura de la raja ya lubricada. Sin poder contenerse, mete su cabeza entre los muslos de ella, y la obliga a recostarse sobre la mesa.

-oh que vas hacerme…¿Me lo vas a comer?…. –jamás le habían comido el coño. Aquello la excito aun más, viendo como sus jugos manaban sin poder contenerse.

Pablo, lamio y comió la vagina de aquella hembra, empleándose a fondo, haciendo que aquella estuviera pronto a alcanzar un  orgasmo. Pero, el no quería que se corriera. Quería verla excitada, deseosa. Entonces se detuvo,  y así, abierta de piernas sobre la mesa, verificó que la altura era perfecta. El coño de la mujer quedó a la altura de su nabo. Se toco el pene, comprobó que lo tenía como un mástil y lo acercó hasta alcanzar la vagina de la mujer. Ella le miró excitada. Y al instante una gran parte de aquella poderosa verga se alojó en la vagina de Cindy de un solo golpe.

-oh si… que grande… oh si oh cabron.. que gorda… asiii oooo

-te gusta preciosa. Pues te voy a echar el mejor polvo que recuerdes.

Su nabo se terminó de ensartar en el coño de la mujer. Pablo se dio cuenta que la mujer y su coño estaba bien caliente, pero tampoco le dio mayor importancia. Comenzó a perforar aquel coño como si fuera una verdadera perforadora abriéndose camino en aquella hermosa cueva.

-oh si dame así..o… o Pablo … siii- y pronto sin poder evitarlo, tuvo un orgasmo. El entonces se sentó en el sillón, e hizo que la mujer lo cabalgara.

Esto la excito, y colocándose de pie, se abrió de piernas para subirse sobre los muslos desnudos de Pablo. Pronto dirigió el cipote del hombre colocándolo a la altura de su raja y se dejo caer. Al momento vagina volvió a tragarse la totalidad del nabo. Luego comenzó a subir y bajar sobre aquel pedazo de carne que tenía clavado en su coño. Parecía una verdadera amazona subiendo y bajando por aquel poderoso nabo, que utilizaba como eje. –oh Pablo me vas a destrozar. ¡Qué polla tienes cabron!

-vamos Cindy. ¡Joder nena, que buena que éstas! Vamos ¡Quiero que te vuelvas a correr!.

Ella no se hizo esperar y pronto alcanzo su segundo orgasmo. Tras hacerlo, el la hizo descabalgar, y la llevó hasta un sillón sofá que había en el despacho. La colocó abierta de piernas sobre uno de los respaldares del sillón. El comprobó que la vagina de la mujer quedó a la merced de la polla del mismo. Sin poder contenerse la volvió a penetrar. Tras las primeras penetraciones, comenzó con un bombeo constante, que dio a entender a la mujer que el mismo estaba a punto. Pablo tenía intención de correrse, y que pretendía hacerlo dentro. Eso la enceló más y le pregunto:- ¿No me digas que pretendes correrte dentro?… ¿acaso quieres preñarme?

El hombre estaba decidido hacerlo, pero la pregunta de ella, le dejo indeciso. Se quedo algo parado y le pregunto:- ¿no me digas que estas ovulando? ¿Es cierto?

Ella lo mira con cara de autentica hembra en pleno celo, y con la cara encarnecida por la pasión del momento le confiesa-creo que estoy en mi mejor momento.

-Joder Cindy. Pues tengo la intención de descargar dentro. Ya vistes como tengo los huevos de cargados.

-Ya lo he comprobado. ¿Y que te retiene?

-¿De verdad quieres que me corra dentro? Le pregunta de nuevo el hombre súper excitado ante la confesión de Cindy.

Vamos cabron…. Lléname como la primera vez. Quiero sentir tu leche dentro de mi…. ¡preñarme si quieres! Le incitó ella.

El hombre se dio cuenta de que algo no marchaba. Se estaba dando cuenta de que la mujer deseaba que se corriera dentro. No lo entendía. Pero el creyó que era más un juego de palabrería para incitarlo. Por lo que casi al instante, comenzó a lanzar sus primeras lechadas de semen dentro la vagina de la mujer. No paro de lanzar una y otra vez varias descargas de caliente semen, que pese a su edad, ella comprobó eran lanzadas con gran potencia contra las paredes de su vagina y contra su útero, ya que la penetración estaba siendo bastante profunda.

-oh si … te siento. Siento tu semen ….. oh sii Pablo …. préñame…. Vamos cabrón,… ¡quiero toda tu leche!.

El hombre continuó descargando dentro de jugoso coño de aquella hembra, hasta quedar casi agotado, yendo a recostarse sobre la misma, dejando toda su tranca encajada en la frondosa vagina. Tras unos momentos de descanso Pablo decidió incorporarse, saliendo de la vagina de Cindy. Miró la raja de la mujer completamente abierta, enrojecida por sus penetraciones, y con restos de semen en la misma abertura de la misma. Ella igualmente se miro, y le dijo: – joder me has llenado. Mi esposo jamás se ha corrido de esta forma.

Luego se quedaron echados un rato en el sofá totalmente desnudos, abrazados uno al otro.  Comenzaron hablar, y el hombre estaba intrigado sobre las palabras de la mujer. No sabía si realmente estaba ovulando o no. Por ello le pregunto:- ¿de verdad estas ovulando Cindy?.

Ella no le contesto, se limitó simplemente a sonreír. Y volvió al ver la mandarria de Pablo. Al ver que la misma estaba nuevamente endurecida la pregunta realmente intrigada: -¿No me digas que vuelves a estar en forma otra vez?. Al tiempo que su mano se apoderaba de los atributos del hombre. Al ver como crecía en su mano se sonrió y le dijo: – ¿no me digas que eres capaz de volver a follarme?

El no le contesto. Simplemente se limitó a colocar en cuatro mirando hacia el sillón, y situándose detrás de ella, observó aquel precioso trasero, y abriendo las nalgas de la misma, divisó la vagina de aquella, maravillándose también del precioso ano. Se dijo: ¡seguro que nadie se la ha cogido por ahí!  Su polla se endureció. Ella como que adivinó sus pensamientos y le dijo: -No lo sueñes. Mi culito déjalo tranquilo.

Sin contestarle, se limitó a colocar su tranca en la vagina de la mujer y de un golpe de riñones se la alojó de una sentada.. –oh joder .. despacio ooo… sigues en forma…ohh si.

El hombre comenzó a penetrarla con gran intensidad. Parecía un toro embravecido que montaba a aquella hermosa mujer. El sudor del macho bajaba por su cara y su cuerpo, al tiempo que arremetía una y otra vez contra la vagina de la señora, envainando y desenvainando su cipote.

La mujer, ante las penetraciones portentosas del semental, pronto se vino nuevamente. Pero Pablo no pensaba dejarla descansar, y al tiempo que la sentía las contracciones de la vagina de Cindy mientras alcanzaba su éxtasis, continuó penetrándola sin descanso. Su ímpetu fue tal que pronto comprobó que se iba a venir de nuevo. Recordó nuevamente que la mujer no le confirmó si estaba ovulando o no. ¡Que mas daba, ya se había corrido dentro antes!, por eso le dijo: -¡ Cindy …. si venido a que te preñara, lo vas a conseguir. Joder de voy a plantar mi semilla bien adentro. Vas a quedar bien Preñadita. Te lo aseguro!- le dijo el mientras notaba como se inflaba de nuevo se vástago, para al instante ver como volvía a brotar su caliente lava dentro de la vagina de aquella suculenta hembra.

Las lechadas del hombre fueron casi igual de potentes y copiosas como la primera. La mujer se dio cuenta que, en su estado de ovulación, las posibilidades de quedar embarazada con aquellas dos venidas del aquel semental, era más que probables.

Tras volver a descansar, ella fue al baño y se aseo. Luego tras colocarse la ropa, se despidió de Pablo, y le recordó: ¡Se que ha sido una locura. Pero nadie debe saber nada de esto!.

-¿volveré a tenerte alguna vez? Le preguntó el.

Ella le sonrió, sin contestarle. Antes de salir del despacho, se volvió hacia el hombre y lo besó en la boca diciéndole: – ¡nunca se sabe!.

Pablo se quedó un rato en su despacho, y durante tiempo recordó aquel momento. Nunca pensó en volver a tener a Cindy entre sus brazos, pero el destino nadie lo conoce. Paso el tiempo, y unos meses después, cuando una de las hermanas de Cindy visita su despacho para un tema jurídico, al preguntarle por la familia, este la comentó que su hermana Cindy volvía a estar embarazada después de tanto tiempo.

Pablo se quedó algo preocupado. Entonces recordó las palabras de Cindy. En ese momento se dio cuenta de que Cindy lo incitó buscando un embarazo.  No sabía las consecuencias que aquello le podía deparar, pero tampoco se arrepentía de haber follado aquella hembra.