Cogida para entregar mi tarea, me gano lo zorra que soy

Cogida para entregar mi tarea, me gano lo zorra que soy

Cogida para entregar mi tarea, me gano lo zorra que soy

Cogida para entregar mi tarea, me gano lo zorra que soy

Sucedió cuando tenía 20 años e iba en la universidad, me tuve que mudar a la ciudad de México ya que mi carrera no había en mi ciudad. Mis padres me mandaban dinero para que yo no tuviera que trabajar y así concentrarme en mis estudios. Rentaba un departamento pequeño pero muy cómodo. El edificio contaba con 7 pisos y yo vivía en el sexto, en cada piso había 2 departamentos, el departamento enfrente del mío lo ocupaba una señora de unos 65 años más o menos que era muy amable conmigo y en ocasiones me trataba como a su nieta, pues me llevaba comida o galletas. En el piso de arriba vivía un señor horrible y gordo, era programador o algo así y siempre se la pasaba en su departamento, salvo cuando salía por su despensa que era el 80 % cerveza y aprovechaba para subir al elevador conmigo y aunque hubieran más vecinos en el mismo elevador siempre me miraba de manera tan morbosa y cochina, incluso en ciertas ocasiones llegaba a acercarse mucho a mí y me decía casi al oído puras marranadas; que que buena estaba, que era una ricura andante, que le encantaba como los jeans apretaban mi trasero o como se le paraba cuando iba con tops.  Era un asqueroso con todas sus letras.

Se podría decir que ya hasta me había acostumbrado a sus habladurías y en ocasiones incluso me calentaba, aunque nunca lo admitiría en público y jamás se lo demostraría.

Un día se me hizo tarde haciendo un trabajo para clase y regrese tarde, pasaban de las 10 de la noche cuando entre al edificio y hubiera deseado haberme tardado un poco más cuando vi a mi viejo vecino esperando el elevador, no quería subirme sola con él porque de por si cuando íbamos acompañados me decía cosas, no me quería imaginar solos. Pero ya era tarde pues me había visto y no quería parecer grosero, aunque no me cayera nada bien, en mi casa me habían educado con buenos modales y no los iba a perder por un idiota.

-Buenas noches vecinita, ¿de dónde tan tarde? – dijo mirándome de arriba abajo, deteniéndose un poco en mis pechos

-buenas noches, vengo de hacer un trabajo de clases- dije sin voltear a verlo.

-una nenita como tú no debería de andar sola tan noche y menos con ese topsito que traes, hace que se te vean unas tetas de campeonato- dijo mirándome los senos de manera obscena y casi babeando.

Justo cuando iba a contestarle se abrieron las puertas del elevador y decidí subir sin discutir, pues se crearía un ambiente incomodo y además venia cansada de estar todo el día estudiando.

Entro detrás de mí y por el espejo del elevador pude ver como no me quitaba la mirada del trasero al entrar, así que ya adentro decidí recargarme en la pared alejada de el para evitar que siguiera su mirada ahí.

-Es de mala educación no contestar vecinita, ¿o es que te lo pusiste justo para eso? te gusta que te miren tetas no es así? -dijo mirándome ahora a la cara como para ver mi reacción

-Claro que no, me la puse porque me gusta y ya está- dije a la defensiva, ¿quien se creía este idiota para hablarme así?

-Claro tetas ricas, como tu digas- dijo acercándose a mí y pegando su barriga prominente a mi anatomía mientras yo trataba de echarme más para atrás, pero era imposible así que el asqueroso pudo restregarse contra mí por unos segundos. Por suerte llegamos a mi piso.

-No hemos terminado ricura, que descanses, lo vas a necesitar- dijo cerca de mi boca casi a manera de susurro y después me dejo pasar.

Rápidamente salí del asesor y me metí a mi departamento cerrando con llave. Que hijo de puta y yo tan tonta como para no hacer nada, le echaba la culpa a que estaba demasiado cansada y no tenía cabeza para discutir en ese momento, lo único que quería era quitarme ese molesto pantalón que me cortaba la circulación y acostarme a dormir.

El resto de la semana transcurrió con tranquilidad y sin encontrarme al viejo vecino. El sábado por la mañana mientras corregía algunas cosas del trabajo que me tocaría entregar el lunes, mi computador me jugo una mala pasada y justo en el momento que iba a enviar mi avance se apagó.

Entre en pánico y no sabía que hacer, pues habíamos quedado de mandar el avance al grupo a más tardar a las 2 pm y ya eran las 12, tenía que repararla lo más pronto posible, pero nada funcionaba, intente conectándola a la luz y nada, también trate presionando por varios segundos el botón de encendido, pero nada funcionada. En ese momento tocaron a la puerta y me dispuse a abrir, no me preocupe por mis pintas pues sabía que era mi vecina de enfrente, era la única que me visitaba. Así que abrí con mi pijama que constaba de un short corto y una blusa de tirantes holgada, no traía bracear porque en casa no lo ocupaba.

-Buenas tardes mi niña ¿cómo amaneciste? – pregunto mi vecina con una sonrisa

-Buenas tardes, muy mal mi computadora no quiere prender y tengo que entregar un trabajo en dos horas- dije haciéndome a un lado para que pasara. – no sabe de un lugar cerca donde la puedan reparar? – pregunte mordiéndome una uña.

-Hay un ciber a tres cuadras, pero no sé si reparen computadoras y menos tan rápido- dijo ella dejando un tóper que no había visto que trajera hasta ahora. -pero puedes decirle al vecino de arriba que te le eche un vistazo, él es programador y tal vez sepa que hacer- dijo ella con una sonrisa y casi saliendo por la puerta siguió- yo me tengo que ir a un mandado, pero antes de irme te traje de comer, espero y te guste. Ahora deja llamo al vecino antes de irme y que te arregle tu computador. No me dejo decir nada cuando cerro mi puerta y me quede paralizada.

No quería pedirle ayuda al vecino viejo, pero tenía que admitir que si ocupaba su ayuda en este momento o no entregaría a tiempo mi trabajo. Rayos.

No pasaron ni 5 minutos cuando tocaron mi puerta, creí que de nuevo seria mi vecina a decirme si vendría el vecino y que ya se iba. Pero al abrir vi que era el vecino viejo, llevaba puesta una camisa de cuadros con botones y unos pantalones gastados.

-Buenas vecinita, me dijeron que tienes un problemita con tu compu- dijo haciéndome a un lado para pasar como si fuera su casa.

-Buenas tardes, si la vecina de enfrente me dijo que podría ayudarme- dije mientras me dirigía a mi compi, no había tiempo que perder si quería entregar mi trabajo.

-Claro déjame echarle un buen vistazo- dijo con su mirada clavada en mis tetas de esa manera morbosa y con una media sonrisa. Mierda no traía sostén y era evidente por el tamaño de mis pechos.

-Aquí tiene- dije entregándole mi computadora

El la tomo, no sin antes rosar mi mano con sus asquerosos dedos de una manera que me provoco nauseas.

La estuvo revisando un rato sin decir palabra alguna

-Si tiene arreglo? – pregunte mordiendo mi uña y rogando que dijera que si

-Claro que tiene arreglo locurita- dijo volteando a verme u ¿con una sonrisa

-Genial!!- dije casi en un grito- y cuánto tardara?

-Que tan rápido la necesitas? – pregunto clavando su mirada en mis pechos y sin borrar esa sonrisa estúpida

-La verdad es que la necesito ahora mismo para mandar un trabajo- dije con un tono de voz más agudo, siempre funcionaba para conseguir lo que quiero- no importa que me cobre más de lo que es, estoy dispuesta a pagarlo, pero en serio la necesito ahora. Dije acercándome un poco y con mi cara de preocupación, esperaba que entendiera mi urgencia.

El me miro por un buen rato y después me dijo- Okay te la puedo arreglar y no te preocupes que no te cobrare un solo peso- dijo sonriendo y mirándome a los ojos- pero a cambio quiero que me invites a cenar hoy y quiero un beso de esos labios tan ricos que tienes- yo me quede paralizada con lo que acababa de escuchar. ¿Como podía pedirme algo así?

-Y bien? – me pregunto ya que yo no daba señales de vida. -O tal vez ese trabajo no es tan importante- dijo levantándose del sillón y dejando mi computadora ahí mismo

-No espere!!- dije al notar que se iría sin arreglar mi computadora- E.… está bien- dije tartamudeando porque no quería eso, pero en serio necesitaba mi computadora funcionando.

-Entonces tráeme una cerveza en lo que le meto mano- dijo sonriendo mientras me veia las tetas.

-No tengo cerveza- dije dbitativa y con la esperanza de que eso no hiciera que se fuera.

-Bien, entonces un vaso con agua- dijo sentandose y tomando mi computadora para ponerse a trabajar,

Yo fui por el agua y de paso me serví uno para mí, regresé a la sala y se lo tendí. Al tomarlo al igual que con la computadora paso sus dedos de salchicha por mi mano más tiempo del necesario y después se lo bebió entero. Después de unos 10 min me volteo a ver.

-Ya está ricura- dijo guiñándome un ojo y tendiéndome la computadora.

-en serio? ¿tan rápido? – pregunte tomándola y comprobando que funcionaba perfecto.

-Claro, si soy todo un profesional- dijo levantándose

-Muchísimas gracias vecino, le debo una- dije sonriendo y abriendo mi correo para mandar el trabajo.

-No te preocupes que me pagaras el favor en la noche, vendré a las 7 y espero que ya este la cena a esa hora locurita- dijo acercándose a mí y sacándome de mi celebración por mi computadora- hasta entonces- dijo y sin previo aviso me dio un beso fugaz pero lleno de baba en la mejilla y salió.

¡¡¡Hijo de puta!!!

Pero bueno mínimo ya había mandado mi trabajo y no suspendería.

Después de que el viejo vecino se fuera y mandara el trabajo me levante e hice mis quehaceres del día, como a eso de las 5 me puse a hacer la cena para que estuviera lista y a las 6:30 me metí a bañar. Al salir me puse un vestido suelto y unas sandalias, todo muy simple pues solo era el vecino viejo.

A las 7 en punto tocaron mi puerta y me dirigí a abrirla.

-Buenas noches vecino-dije haciéndome a un lado para que pasará

-Muy muy buenas locurita. dijo mi vecino pasándome por un lado y rosándome si barriga, como si no le hubiera dejado suficiente espacio para pasar.

Se sentó mientras yo traía la cena y no me quito la mirada ni un segundo.

-Buen provecho letoncita, se ve muy rico lo que me preparaste.

– Buen provecho y me haría un gran favor si dejara de decirme así- dije algo molesta

-Pero porque te enojas? si es un cumplido y tienes unas tetas que se ven muy ricas, incluso cambiaria la cena porque me amamantaras con ellas. dijo mirándolas y casi podía sentir como su mirada traspasaba la tela del vestido. No sabía por qué, pero ese comentario con esa mirada llena de morbo me había calentado un poco.

¿Pero que mierda me pasaba? era un viejo asqueroso y gordo!! por dios!!

– Pu. pues no me gusta que me llame así de todos modos- dije un poco avergonzada, pero por tener los pezones duros. Esperaba que no se notara.

-Bien pues comamos y después decido si dejo de llamarte así o no TETONA RICA- dijo acentuando las últimas palabras.

Cenamos sin hablar ya de nada y el termino primero

– ¿Pues si está muy rica la cena tetona, estaría muy genial que me cocinaras todos los días no crees? deberías de invitarme más seguido- dijo terminando su vaso de agua

-Yo casi no cocino, la vecina de enfrente casi siempre me trae comida y además casi nunca estoy aquí, me la paso estudiando- dije terminando yo también.

-Bueno ahora me siento afortunado por que hayas cocinado para mi- dijo con aires de grandeza- pero por muy rico que este no creas que se me ha olvidado la otra parte del trato y todavía me debes un beso.

En ese momento lo recordé y me dieron naces de antelación, realmente no quería hacerlo, pero yo siempre cumplía mis tratos.

-Muy bien entonces, terminemos con esto- dije levantándome y acercándome un poco a él esperando que también se parara, pero no lo hizo

-Quede muy lleno Tetona, así que tendrás que darme aquí el beso, y no me vaya a salir con beso de niños de kínder eh, a mí me das bien el beso con ose debe- dijo y me acerque más a él, ahora solo tenía que agacharme un poco y besarlo, acabar con esto y esperar no volvérmelo a topar.

Me agache lo suficiente y pegue mis labios a los suyos, el tenía la boca abierta ya y comenzó a besarme de lengua directamente, al principio me sobresalte, pero después recordé que quería un beso bien, así que le seguí el beso. Después sentí como sus dos brazos de gorila me envolvían para acercarme más a él, pero lejos de agárrame de la cintura, sus brazos fueron directo a mi trasero y lo apretaba mientras me acercaba más.

Comencé a sentirme caliente por la situación y más porque realmente besaba con un morbo increíble, que lejos de causarme nauseas, estaba haciendo que eme mojara.

Así continuamos el beso hasta que sentí que sus manos se metían por debajo de mi vestido hasta tocar mis nalgas por encima de mi cachetero, entonces detuve el beso y me aparté bruscamente.

-Que le pasa?, dijimos que solo sería un beso, no que me tocaría el trasero- dije haciendo todo mi esfuerzo por sonar molesta y si lo estaba, pero conmigo por haber permitido que esto llegara a tanto.

-No te enojes tetona que bien que te estaba gustando- dijo levantándose y acercándose a mi mientras yo retrocedía. -Ni creas que no alcance a tocar lo mojada que tienes esa conchita tan rica- dijo llevándose los dedos a la boca.

Yo tenía la cara como jitomate de la vergüenza porque era cierto, estaba sonadísima.

-No es lo que usted piensa- dije tratando de sonar convincente y todavía molesta.

Choque con la barrita que separaba la cocina de la sala y justo ahí me acorralo el viejo.

-No te resistas que será peor para ti letoncita, pero de aquí no me voy hasta hacerte mía y que me ruegues por más. – dijo mientras me volvía a tomar por el trasero con fuerza

-Por favor no me haga nada, mire que ya cumplí con mi parte del trato y ya no tiene nada que hacer aquí- dije volteando mi cara en todas direcciones para evitar l aboca de ese degenerado.

-Ya deja de moverte así tetona que nomas me andas provocando más- dijo quitando una mano de mi trasero para ponerla en mi mentón y obligarme a besarlo. Me volvió a meter la lengua en la boca mientras que con la mano que tenía en mi mentón la bajaba a mis tirantes del vestido y los bajaba con brusquedad dejando mis tetas al aire, pues ese vestido no ocupaba bracear.

– ¿Mira nada más, te las das de mojigata, pero llevas las tetas al aire para que te las vea mejor no es así? – dijo y se llevó una de mis tetas a la boca dándome un chupetón justo en el pezón y dejándolo lleno de su baba.

Oeste punto yo ya estaba excitadísima y al borde de dejarme coger por ese asqueroso vecino. Entonces paso a la otra teta e hizo lo mismo

-Mira que ricas se ven tus tetas llenas de mi baba, mojaditas y paraditas, tienes unos pezones tan ricos- dijo y volvió a besarme ahora sin yo poner resistencia. Estaba perdida y él lo sabía.

Aprovecho el que yo estaba cooperando y se despegó de mi

-Ahora quítate el vestido para mi- dijo mirándome con si me retara a contradecirlo

Yo de lo editada que estaba me lo quite sin discutir y lo deje caer al piso mientras el sonreía con triunfo.

-Así me gustas tetona, ahora quítate las bragas, póntelas en la boca y se las traes a este viejo gordo como la perra que eres- dijo y se encamino al sillón a sentarse

Yo a este momento ya estaba perfidísima y no me importaba nada, solo quería una verga que me partiera en dos, me hiciera correrme como nunca y me quitara las ganas, así que obedecí, me quite el cachetero que ya estaba empapado y me lo puse en la boca, me agache poniéndome en 4 y así camine hacia él, me posicione justo frente al a sus pies y lo mire esperando nuevas instrucciones.

-Yo sabía que eras una perra en celo y ahora tienes que rogarme si quieres que te coja- dijo y se recargo en el sillón esperando mi respuesta que no tardó en llegar.

-Si- dije tirando las bragas al suelo- Si quiero que me cojas- El sonrió, pero no se movió

-No fue una pregunta zorrita, dije que me ruegues- dijo sin dejar de sonreír, el puto le gustaba este juego pues en sus pantalones gastados se veía un bulto muy prominente y eso solo hizo que me salivara la boca y el coño.

-Po. por favor vecino viejo y gordo cójame, por favor le ruego que me coja y me rompa con esa verga tan rica que ha de tener escondida ahí- dije mirando su bulto y el soltó una carcajada

-Si eso quiere mi vecinita Tetona y zorrita, yo no soy nadie para negarme. – Dijo y se desabrocho el pantalón, liberando una verga peluda y oscura de unos 20 cm y gruesa. -Si tanto la quieres ven por ella y dale una buena mamada.

Sin pensarlo dos veces me acerqué más a él y me la metí en la boca sin dudarlo, comencé a chuparla mientras con una mano acariciaba su longitud, pues no he cabía toda en la boca. Tenía un sabor salado y era asqueroso, pero eso solo lograba calentarme más. Sentía que de mi coño ya chorreaban mis jugos y no pude evitar llevar mi otra mano a ese lugar y comenzar a acariciar mi clítoris. Mi vecino viejo soltaba grabes gemidos y gruñidos mientras yo chupaba y chupaba su verga.

-Ya zorrita que vas hacer que me venga y todavía no te he disfrutado- dijo levantándose para después desnudarse bajo mi mirada desesperada. -Ahora ven aquí y ensártate mi verga tu solita, demuéstrame cuanto la quieres dentro de ti

Me levanté y de inmediato me subí a arcadas sobre él, a pesar de su prominente barriga peluda se distinguía muy bien su verga y me la metí de un solo sentón, con lo mojada que yo estaba y la saliva que había dejado en su verga, entro todita, al instante solté un gemido largo y después comencé a moverme. Arriba, abajo. Arriba, abajo. mientras lo cabalgaba el me decía obscenidades y palabras feas que solo lograban excitarme más y hacían moverme con mayor rapidez

-Que rico te mueves zorrita- Decía y me soltaba tremenda nalgada que me hacía pegar un gritito- te gusta? ¿te gusta puta?

-Si si si, me encanta- decía yo entre gemidos- me gusta tu verga peluda viejo asqueroso- decía sin dejar de moverme. El viejo me beso sin soltarme el trasero, me metía su lengua y chupaba la mía, yo correspondía gustosa, me calentaba sobre manera que un viejo asqueroso y gordo como el estuviera con una jovencita como yo, así de linda y buena. Con ese pensamiento en mente sentí un orgasmo increíble

-Si si, asiiii, me corrooo viejo gordo!!. Me corro!!- Grite mientras gemia y me convulsionaba sobre su verga tan rica.

Plas!! me soltaba nalgadas mientras nos besábamos tan apasionados que en ocasiones se caía saliva sobre mis tetas y su barriga peluda. Entonces el me mordió el labio inferior mientras me apretaba mas el trasero.

-Me voy a correr y te voy a llenar toda de mi leche zorrita!!- Dijo y plass! otra nalgada

-No por favor dentro no que puedo quedar embarazada!!- dije saliendo de mi estupor y luchando contra otro orgasmo que sentía cerca

-Cállate puta, ¡te voy a llenar todos los agujeros con mi leche!, toma zorra!!! toma mi leche! – Decía entre gruñidos mientras me sostenía fuerte por las caderas evitando que sacara su verga de mi coño. Entonces me vino otro orgasmo fuertísimo provocado por su verga y esas palabras tan vulgares y mientras gemía sentí con el descargaba su leche en mi coño y me llenaba todita.

Después de recuperarnos me apretó las tetas.

-Este es el primero de muchos polvos que nos vamos a tirar, te quedo claro zorra? – dijo para después meterse una teta a la boca y darle un chupetón

-Claro que no, esto jamás debió ser y no volverá a pasar así que suélteme y váyase- dije queriendo levantarme, pero me tenía bien agarrada mientras alternaba mis tetas para darles chupones que ya comenzaban a dolerme y excitarme al mismo tiempo.

– ¿Mira tetona voy a venir siempre que quiera empalarte y más te vale abrirme y recibirme con una mamada y con las tetas al aire, entiendes zorrita? A partir de ahora eres mi puta personal- Plas me soltó una nalgada cuando termino de hablar y después sin esperar respuesta se levantó conmigo y me dejo en el piso, recogió su ropa, se cambió y regreso a donde yo estaba, me tomo del mentón levantándome la cara con brusquedad, me dio una lamida en los labios y después un beso con babas y lengua y mordidas.

-Buenas noches tetona- dijo saliendo y cerrando la puerta a su paso.