Putiaventuras de una colegiala que goza de situaciones perversas
Putiaventuras de una colegiala que goza de situaciones perversas
Putiaventuras de una colegiala que goza de situaciones perversas
Hola, Mi nombre es Keyla, Soy de Jalisco México, tengo 19 años, me apodan la güera, mido 1.58 piel muy blanca, cabello casi rubio, ojos color gris, me encantan mis piernas bastante anchas, mi pecho de tamaño promedio, pero lo que mas me encanta de mi es mi trasero, no es gigante, pero tengo unas caderas bien marcaditas y nalgas redonditas y paraditas.
Esta historia que les voy a contar es sobre mi primera vez, esto paso hace unos años todo por andar jugando con fuego.
No soy pobre, pero tampoco sobra el dinero, vivo con mis papas y hermanos, soy la más chiquita, vivimos en un ranchito, como a 1.5 kilómetros de la escuela y curso el turno de la tarde (el de los malandros). La verdad es que no he sido tratada mal, se que por mi físico todos los chicos de la escuela o cualquier parte hacen lo que sea por mí, así que de vez en cuando me aprovecho de ello.
Entro a clases a la 1:00pm y salgo a las 6:30pm, el problema es que, si no salgo justo a la hora de salida, puede ser que oscurezca de camino a casa.
Todo ocurrió faltando 2 semanas para salir de vacaciones, era verano y hacia un calor espantoso, es por ello que me fui un poquito mas cortita, siempre uso short debajo de la falda, pero ese día no me lo quise poner, llevaba un calzón a media nalga blanco, y me puse el sostén mas delgadito que tengo, la camisa del uniforme blanca delgada y desgastada y una falda de cuadritos azul bastante rabona.
La clase iba aburrida, así que decidí irme al baño a perder el tiempo, los baños están a 40 metros de los salones de clase en una esquina del terreno de la escuela. Abrí una de las puertas y me preparaba a sentarme. (Todos los baños de esta escuela son viejos, y tienen una palanca en la pared para descargar el agua cuando termines, la palanca es metálica y el orificio donde corre esta bastante desgastado, cosa que nunca me había cuestionado). Esta vez fue diferente, esta vez sentí que alguien me miraba…
Pensé que era solo mi idea, así que decidí aprovechar y hacer un poco de pipi, el baño no está limpio (como todos los baños en escuelas en México), así que me agache de la cintura para arriba baje mi calzón me agache lo más posible sin tocar el inodoro y busque la tasa para comenzar a hacer.
Un ruido extraño me paro el chorro, pensé haber escuchado un ssssss, pero no había nadie más en los baños, así que no había forma. Me limpie y listo Sali de ahí.
Cuando me lavaba las manos escuche otra vez un fuerte ruido, pero esta vez venia de afuera de los baños, justo en la división entre hombres y mujeres hay una puerta donde solo Don Pedro tiene acceso.
-Buenas tardes señorita (me dijo Don pedro con una voz nerviosa y mucho sudor en su rostro).
-Buenas tardes Don Pedro, está usted bien?
-Si señorita, todo muy bien, ya son las 4:30pm, ¡ya casi nos vamos!
Asentí con la cabeza y justo en ese momento pude notar un bulto en su pantalón, el acostumbra ese tipo de pantalones de tela suave, era evidente que tenia una erección bien marcada. No me asuste, pero no es para nada normal ver una de ese tamaño, bien seguido las veo en mis compañeros de clase, pero como están jóvenes pensé que era la edad, esto era diferente, además de estar mucho más grande.
Don Pedro es un señor de unos 55 o tal vez 60, con más canas que pelo, muy moreno, gordo y es feo, algo desagradable a la vista pero muy amable.
Decidí ir a cafetería, tal vez alcanzaba a comprar algo, para hacer mas tiempo y no regresar a clases, casi iba llegando cuando noté que no tenía conmigo mi pulsera (un regalo de mama de mis XV).
Decidí regresar a buscar mi pulsera, la imagen del bulto de Don Pedro no se me salía de la mente. ¿Será que ese señor se pone cachondo con nosotras? casi estaba por llegar y vi esa puerta que divide los baños de hombres y mujeres entreabierta y la puerta del baño de mujeres cerrada (Se cierra 30 minutos en cada turno para hacer el aseo), pensé que mala suerte, ahora tengo que esperar hasta que termine Don Pedro.
Aun no entiendo por qué, pero me dio mucha curiosidad que había detrás de esa puerta, así que decidí entrar sin hacer nada de ruido.
Resulta que era un pacillo que tiene el sistema para el agua de los baños, (todo lo que las palancas de metal mueven para hacer que baje).
Volteo a ver la primera de las palancas de los baños de mujeres y entre el orificio de la palanca podía ver hacia dentro. Mis ojos se abrieron tanto de la impresión, tuve que aguantar la respiración y taparme la boca para no hacer ningún ruido.
¡Don Pedro estaba masturbándose! El muy cabron tenía los papeles con los que me había limpiado mi pipi en su boca y respiraba profundo, mientras con su mano derecha se masturbaba.
La escena era impactante, nunca en mi vida había visto un pene, se como son por las clases y de vez en cuando algún meme, pero un pene de un hombre en vivo era algo nuevo para mí.
Intente no hace ruido, quería salir para no ser descubierta y escucho decir a Don Pedro, Keyla Keyla, tienes una panochita de ensueño mientras lamia y lamia el papel. El corazón me empezó a latir mucho mas fuerte, este viejo asqueroso se masturba con el sabor de mis genitales
Estaba super nerviosa, no quería ser descubierta, pero también comencé a sentir mojadita mi entrepierna, mis ojos solo se enfocaron en ese pene, moreno y gordo, sus huevos eran muy grandes, tal vez mas grandes de lo normal, tenían muchas canas, subía y bajaba a un mismo ritmo, veía su cabecita como estaba toda empapada, era evidente que la lubricación la invadía.
Me agache y acerque lo más que pude el rostro a la pared, aun no entiendo por que lo hice, tal vez quería la mejor visión de ese espectáculo, comencé a respirar más rápido y más profundo, y mi panochita ya estaba más mojadita, el viejo era asqueroso pero el sabor de mis genitales estaba en esos papeles, eso me comenzó a excitar. Pero me preguntaba si Don Pedro era un viejo cochino y feo, yo una señorita con un cuerpo perfecto. por que voy a estar excitada de verlo masturbarse?
Don pedro comenzó a hacer gemidos, apunto su verga para la pared y comenzó a aventar chorros, sin saberlo el viejo pervertido aventaba toda su leche en la misma dirección que yo tenia mi cara, unas cuantas gotas atravesaron ese orificio y me cayeron en una cara.
¡Que estúpida! pensé, quien chingados me tiene aquí, me limpie lo más rápido que pude y espere que Don Pedro saliera para poder irme de ahí, Sali y me dirigí a los lavaderos, me comencé a limpiar la cara y en eso Don Pedro salió de los baños.
– ¡Ay Keyla, que susto! que haces aquí?
Yo entre asustada y molesta por tener parte de su semen en mi cara le dije -pues se me perdió mi pulserita Don Pedro, ¿no la ha visto?
-Tu pulserita?, no la he visto, pero podemos buscarla. Me abrió el baño de mujeres y entro justo detrás de mí.
-Mire Don Pedro yo entre hace ratito en este. Dije mientras abría la puerta.
-No Keyla no entres ahí
El viejo pervertido ni siquiera había limpiado su asquerosidad de la pared, pero ya era tarde, ya estaba yo adentro. Busque la forma de hacerlo sentir nervioso y culpable, quería saber cuál era su límite.
-Ay Don Pedro que es eso que está en la pared?
-Qué cosa Keyla?
-Eso Don Pedro, se ve blanco como una flema. (Viejo Cerdo, yo se que es tu semen)
-Ay Keyla a lo mejor alguien entro y escupió ahí
El temor del viejo me hacia sentir superior y con el control de la situación, lejos de estar asustada me comencé a mojar. Tenerlo nervioso me excitaba y no entendía por qué, pero no quería parar, aunque el me diera asco yo quería seguir teniéndolo así.
-No lo creo Don Pedro, esto no parece una escupida
-Si Señorita yo ahorita mismo limpio eso.
-Espérese Don Pedro, déjeme ver. La situación me llevo a mil, yo mojada, el viejo marrano ahí sin poder justificar la mancha en la pared, decidí incrementar esto y dirigí mi mano para tocar su semen.
-Mire Don Pedro, le digo que no es una escupida. Dije esto mientras pasaba el semen por toda mi mano y movía mis dedos. Los ojos de ese viejo pervertido se dilataron, entre abrió su boca y comenzó a respirar profundo, no podía decir siquiera una palabra.
-A ver, ¿a que huele esto?, dirigí mi mano hacia mi nariz y comencé a respirar su semen. El muy cabron comenzó a excitarse, era super evidente el bulto en su pantalón, pero seguía sin decir nada.
-Que le pasa Don Pedro?, pregunte mientras me aseguraba ver su paquete.
-Nada Keyla, no es nada.
-Como que nada?, es evidente que esta excitado, pero no entiendo ¿por qué?
Yo estaba jugando con fuego, eso me queda claro, pero el muy pervertido tenía que tener algún castigo, al menos pasar un momento incomodo ante la situación. Lo mire y le dije, Espere un momento Don Pedro, ¿entonces esto es semen?
Don Pedro tartamudea sin poder decir una sola palabra bien, -No yo, mira yo, no eso no es, yo.
-Viejo asqueroso, claro que es su semen, ¡yo lo vi!, Usted me estaba espiando mientras vine al baño y después entro a jalársela con los papeles que deje. Dije esto con mucha seguridad mientras me limpiaba la mano con la pared.
Sus ojos se le salían, había sido descubierto y él sabía que, si yo decía algo, era seguro que hasta la cárcel podía dar.
-No Keyla, no digas nada por favor, por favor Keyla tengo familia.
-Eso debió pensar antes viejo cerdo, pervertido, asqueroso.
El viejo se hinco frente a mi y me tomo de la cintura mientras rogaba por mi silencio.
-Por favor Keyla, te doy lo que quieras, pero no le digas a nadie.
-No Viejo cabron, yo me voy a asegurar de que te corran de aquí.
Don Pedro cambio como rayo sus expresiones, como si el castigo ya fuera seguro
-Muy bien cabroncita, si voy a dar al bote, pues que valga la pena entonces.
No entendía a que se refería, pero nunca debí amenazar a Don Pedro, no estaba lista para lo que iba a pasar.
Estando así incado me jalo para abajo mi falta en un movimiento rápido, mis calzoncitos blancos quedaron a la vista de aquel cerdo, por un muy corto tiempo el viejo pudo verme en ropa interior, el miedo me paralizo y no pude gritar, no podía decir ni una palabra, los papeles se habían invertido y el miedo que tenia me bloqueo toda forma de reacción.
Acerco su nariz a mi panochita y respiro profundo, puso su mano en mi entrepierna y comenzó a frotar.
-Ay cabroncita, ya estabas mojadita, ¿entonces todo este pedo era porque querías verga verdad?
Solo decía que no con la cabeza, pero seguía sin poder decir las palabras, tomo mi calzón y me lo bajo de un golpe también, dejando ver los pelitos de mi intimidad, era muy joven en ese tiempo, aun no tenía mucho vello pubico, eran güeritos y poquitos, sin duda ese viejo pervertido estaba haciendo una de sus fantasías.
Me sentó en el inodoro y me abrió las piernas, podía ver mi panochita en todo su esplendor, sin perder el tiempo se lanzo hacia mi ya con la lengua de fuera y comenzó a lamerme toda mi panochita, -Aaaah ay noo. Era lo único que podía yo expresar.
El viejo paro un segundo solo para preguntarme, – ¿Te gusta verdad putita?, y de inmediato regreso a lamerme, me acomodo a su gusto y siguió disfrutando de mi cuerpo jovencito
-Me voy a comer todos tus juguitos Keyla, no sabes como me la jalo pensando en estas nalguitas que tienes y estas tetitas tan redonditas, me imagino que tienes los pezoncitos rosas.
Me abrió la playera de un jalón y mis pechitos salieron de un brinco.
-Ya ves, estaba seguro que sí. Yo tenia mis manos en las paredes, y mis piernas abiertas, no quería caer en el inodoro o en el piso el viejo cerdo me tenia por completo a su disposición, en un movimiento brusco llevo su boca a mis pechitos y los comenzó a chupar, era muy brusco pero no mordía, lamia y lamia, me llenaba de baba mis pechitos, hacia círculos alrededor de mis pezones y cada cierto tiempo me los chupaba y dejaba chupetones, por mi tipo de piel, se hacían super rápido y super marcados. Puso su mano en mi panochita y comenzó a acariciarme el clítoris, lo hacia con un rito, sin buscar penetrar.
Para ese punto, yo ya estaba perdiendo el asco, no podía creer que me estaba excitando. Paro por un momento y me dijo -Párate putita y empínate frente a mí.
-No Don Pedro, por favor ya pare con esto, le prometo que no diré nada, pero ya no siga.
-No, ni madres Keyla, a mi ya me llevo la chingada, pero no me voy sin probar este culito.
Seguido de eso me puso con la cara hacia el inodoro y me agacho de la cintura para arriba, abrió mis piernas lo más que podía y puso su lengua nuevamente en mi panochita. Esta vez lamia desde mi clítoris hasta mi ano. Por unos minutos se enfoco solo en mi Ano pasaba su lengua llena de saliva e intentaba meter su lengua en mi apretado anito. Esto fue la cúspide de las sensaciones, ya estaba siendo humillada al máximo, pero también estaba sintiendo un placer increíble, me negaba a aceptar que lo disfrutaba, pero sentir esa lengua penetrándome el ano estaba a otro nivel, poco a poco comencé a relajar mi colita y con movimientos inconscientes paraba lo más que podía para recibir esa lengua ensalivada.
-ay Don Pedro!, ay ay, Decía mientras mis piernas temblaban sin control.
Un chorrito de pipi se me salió sin poder controlarlo, Don Pedro muy ágilmente movió su boca para recibir por completo mi pipi y se la tomo.
-Hasta tus miados te saben a sabroso zorrita. Decía esto mientras me lamia mi panochita y acariciaba mis nalgas con una fuerte desesperación.
-Ay Don Pedro, no se qué me está pasando,
-Te estas viniendo putita, así es como se vienen las putitas.
Mis piernas comenzaron a temblar nuevamente sin control, el placer que esta recibiendo en mi colita y mi panochita era indescriptible. De Pronto un hormigueo recorrido desde mi intimidad a cada milímetro de mi cuerpo, otra vez salió un chorrito de mí, pero esto no era pipi. Ese fue el momento en el que recibí un orgasmo, no se si el anterior lo era, pero como había escuchado esto que estoy sintiendo es un orgasmo. Don Pedro nuevamente bebió todos mis juguitos, era el premio por su increíble labor en mi intimidad. Don Pedro no paraba, seguía mamándome y sin darme cuenta comenzaron a escapar gemidos de mí, -ahhh, ay, aaaaaa, gemia y gemía como una perra en brama. El viejo pervertido ya tenía el control total.
-Te gusta putita, te gusta verdad.
-Si me gusta Don Pedro, no me deje de chupar mi panochita.
-A huevo putita, ya valiste verga.
El Vocabulario sucio y grosero de Don Pedro no me molestaba, me comenzó a gustar que me llamara putita, zorrita, en realidad era lo que estaba siendo en ese momento.
-Ay Don Pedro, sígame mamando mi panochita, siga por favor no vaya a parar. Tuve orgasmo tras orgasmo, estaba empinada dándole mi culito blanquito a un viejo de 60 pervertido, pero en ese momento no me arrepentía, tenia placer al máximo. Don Pedro se lamio un dedo y lo puso en la entrada de mi anito, empezó a darle vueltas y poco a poco lo iba metiendo, no me disgusto, yo recibía lo que ese viejo pervertido me quisiera dar, logro meterlo por completo y lo dejo ahí por un rato, mientras seguía chupando, después metió un segundo dedo, ya me comenzaba a molestar pero unos minutos después mi ano se ajusto a la presión, se aseguraba no hacerme daño y los disfrute. De repente dejo de lamerme mi panochita y molesta respingue.
-Espérate Keyla, ahora vas a mamarme tu a mí.
-Queee?, Iba a mamar por primera vez, no sabía que sentir o que decir, para ese momento ya era suya, pero no pensé que mi primera verga iba a ser la de un viejo anciano. Me levanto y me movió hacia la puerta, se bajó el pantalón junto con el calzón, se sentó en el inodoro y me dijo -ven, ponte a mamar.
-Pero Don Pedro, yo no sé cómo se hace.
-Ven ahorita te explico paso a paso
Con mucho nervio y dudas fui bajando hasta estar incida frente a ese pene, era muy pero muy negro, lo impresionante era el tamaño de esos testículos, negros arrugados y canosos. Me tomo de la nuca y me llevo hacia el despacio.
-Abre tu boquita Keyla, vas a ver que te va a gustar mucho.
Me iba acercando y un olor muy desagradable me golpeo en el rostro, tenia restos de su ultima venida o tal vez más, estaba segura que ese pene no había recibido limpieza en mucho tiempo, entre mas me acercaba mas notaba el desagrado, un material blanco alrededor de su cabeza emanaba ese olor. Sin poder decirle que lo limpiara por lo menos me jalo y me metió su cabeza en mi boca, y comencé a chupar.
-Ay Keyla, mama no dejes de mamar.
Comencé a mover mi lengua con solo su cabeza dentro de mi boca, evidentemente esto le trajo mucho placer. Dejo caer su cabeza para atrás y comenzó a bufar, era como un toro, me tomo con sus dos manos mi cabeza y me jalaba lentamente hacia él, su miembro comenzó a entrar más y más profundo.
-Mas Keyla, métetelo un poquito más,
Apenas y podía respirar, comenzó a salir un juguito de su pene, pero no tenia la misma consistencia que su semen, me lo trague sin tener otra opción, comenzó a meter y sacarlo, no era muy ancho, pero si estaba muy duro. -Ya vez que, si sabes mamar verga Keyla, Me trataba como una cualquiera, comenzó a acariciar mis chichitas y yo continúe con las claras instrucciones de aquel asqueroso viejo. Poco a poco comencé a disfrutarlo, me acariciaba toda, me convertí en su puta y lo peor es que no me arrepentía por eso. Comencé a mamar más y más, tal vez el tenia razón, tal vez soy una experta para esto. Comencé a masturbarlo y su verga se empezó a hacer más gorda.
-Le gusta esto Don Pedro?, ¿quiere que le siga mamando su vergota?
-Ahaaaaaa, aaaaaaaah
El viejo no podía expresar palabras. Llevé mi mano izquierda hacia sus huevos gigantes y canosos los comencé a acariciar, mientras le mamaba la verga y lo masturbaba con mi otra mano.
-Pinche puerca, saliste mas puta de lo que pensé. Me decía esto y mas cachonda me ponía, sentía todo un mar de líquidos en mi panochita, pero no quería dejar de mamar. Quería que ese viejo tuviera la mejor mamada de su vida. Levante su verga y lo seguía masturbando y lleve mi lengua a sus huevos, los lamia y lamia, sabia que esto le iba a dar placer.
-Aaaaaaay Keyla, Ay Keyla
No dejaba de lamerlos, me llenaba de saliva la lengua y continuaba lamiéndolos, el viejo pervertido estaba a mil.
-Mamalo, mamalo, me vengo.
Sin analizar en lo que venía me moví a su verga, la comencé a mamar comencé a pensar que iba a venirse, iba a probar directamente su lechita.
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Chorro tras chorro me llenaron los cachetes, metí si verga mas profunda, acaricie sus huevos y lo seguía masturbando. Los 3 primeros chorros se fueron hasta el fondo de mi garganta, comencé a batallar para respirar lo saque un poco y seguía aventándome su lechita calientita, me volvió a llenar la boca comencé a bajar el ritmo y lo saque, tenia toda mi boca llena de leche.
-Trágatela!, no la escupas, trágate mi leche zorrita.
Comencé a mover su liquido dentro de mi boca, pasaba mi lengua por toda ella, quería sentirlo adentro y saborearlo, era algo difícil de explicar, penetrante, agridulce, en otro momento desagradable, pero esta vez era mi premio por dar la mejor mamada a un viejo experimentado.
-Ven Keyla. Me puso de pie, me jalo con él y me comenzó a lamer otra vez mis chichitas intercalaba lamidas entre ellas y con su mano izquierda acariciaba una mientras llenaba de babas la otra, comenzó a pellizcarme los pezones y me gustaba.
-Abre las piernitas siéntate arriba de mí.
Yo lo obedecí me subí a el, su pene estaba entre mi ombligo y el suyo, llevo su mano derecha a mis nalguitas y las acariciaba tiernamente, pasaba sus dedos entre mi panochita, pero no los metía, solo quería acariciarme toda.
-Te gusto mamar verga Keyla?
-Si Don Pedro, me gusto mamarle la verga
-Jajajaja, te sale lo puta y lo vulgar verdad
-Ay Don Pedro es que tiene una verga bien rica, y su lechita me supo bien rico, y hasta me gusto lamerle los huevotes, usted sabe cómo tratar a una mujercita como yo.
Su Verga comenzó a palpitar, señal que quería seguir. Me sorprendió pare lo que hacía y con cara de sorpresa lo mire a fijamente al rostro.
– ¿Don Pedro, todavía no se cansa usted?
-Ay Keyla, como voy a estar cansado, falta lo más rico. Seguido de eso me metió un dedo en el ano. Y peque un grito.
-Ay cabron!, mientras le daba un golpe en la cabeza
-Jajajajajaja, te va a gustar. Solo relájate.
Que Mas da, si ya me uso como quería, que mas da darle ese gusto a Don Pedro.
Ven salgamos, aquí hay mas espacio, me movió al pacillo dentro del baño y coloco unos cartones, me dijo acuéstate, lo obedecí y me acosté boca abajo.
-Te voy a lamer poquito el culito, paralo bien.
Sin hacer ningún cuestionamiento lo pare. Yo sabia que iba a recibir su lengua y así fue, otra vez su rica lengua en mi ano, se detuvo un momento y me dijo.
-Relájate, sigue lo mejor.
Esta vez si me asuste, lo único que faltaba era ser penetrada por este viejo, pero si ya había llegado hasta aquí suponía que tendría una buena sorpresa.
Se acostó sobre mí, era muy pero muy pesado, me dijo ahorita me acomodo, apunto su pene a mi panochita y comenzó a empujar, poco a poco me fui abriendo agujerito para recibir esa verga negara canosa, mi panochita virgen blanca joven estaba recibiendo ese pedazo de carne oscura. Comenzó a molestarme un poco, pero lo hacia con mucho cuidado para no asustarme, entraba un poco y lo sacaba, después entraba mas y lo sacaba poquito, así continuo hasta yo sentir sus huevotes, señal que me tenia toda penetrada. -No te vayas a mover, tenemos que esperar poquito.
-Si Don Pedro, como usted diga.
Me lamia la espalda y el cuello, me acariciaba las nalgas y las piernas, el viejo no paraba de tocarme y eso me gustaba.
Comenzó a sacar y mover lentamente pero poco a poco inicio con ritmo, no entiendo en que momento me reventó el himen, pero de reojo pude ver un poco de sangre el viejo la limpio con su playera y continuo.
-Ay Don Pedro, pero que rico se siente esto.
-Sabía que te iba a gustar. Respondió el Viejo pervertido mientras me tenia bien penetrada.
-Si Don Pedro, me gusta muchísimo, no sabia que así se sintiera esto.
Don Pedro continuo más rápido y más rápido, comencé a gemir como la zorra que era, ya nada me importaba, solo no dejar de sentir ese placer, -Si Don Pedro si, más mas, Siga. Don Pedro me metió un dedo en el ano, después otro. Eso me encantaba, me cogia por el culo y por mi panochita, Viejo cabron, se la rifo, estuvo unos minutos así, hundió lo más profundo que pudo su dura verga y comenzó a venirse dentro de mi panochita, nuevamente chorro tras chorro, estaba recibiendo toda su lechita dentro de mi vientre, sentí ese calor y comenzaron a temblarme las piernas, la escena era épica, una señorita virgen siendo cogida como una puta por un viejo negro feo, pensar en eso me hizo tener un último orgasmo.
-Ay Señor!, Usted sí que sabe cómo hacer esto.
-Ay Keyla, que bueno que te gustara.
-Mis respetos viejos cabron, me dio el mejor de los placeres de toda mi vida.
Comenzó a sacar su pene de mi panochita y se me escurría toda su lechita entre las piernas, estaba tan pero tan cachonda que me pase la mano y junte lo mas que pude y me lo lleve a la boca, me lamia los dedos con tal de tener su lechita en mi boca.
-Ay Keyla, me has dejado sorprendido, ven dejármela limpia.
-Si Señor!, afirmé mientras me abalancé a su verga ya mas flácida, la metí casi por completo en mi boca y comencé a chupársela asegurando no dejar ni una gota de semen, chupaba y chupaba, pero se iba haciendo mas y mas chiquita hasta que me dijo basta.
-Ahora hay que salir de aquí sin que nos vean Keyla
-Si Don Pedro,
Nos vestimos rápido y salió el primero, al asegurar que no había nadie cerca me dijo -Rápido salte.
Casi corriendo me fui de ahí, llegue al salón y ya se había terminado la clase, tome mi mochila y me Sali de la escuela, no pensaba seguir ahí después de lo ocurrido.
A lo lejos me ve Don Pedro y con una risa coqueta me dice adiós.
Esta fue mi primera vez, Violación o consensuado, no sé cómo llamarlo, solo quería contar mi historia para saber ¿ustedes que piensan?
Hola, quiero contarles una historia bastante corta de una situación que paso el año pasado.
Mi nombre es Keyla, tengo 18-2 soy muy blanca de mi piel, tengo unas chichitas medianas, unas caderas bien marcaditas y unas nalguitas super redondas y paraditas.
Un día mi mama me dijo que habían comprado el terreno de al lado de la casa, durante toda mi vida había sido un lugar baldío, recuerdo que llegaron unos constructores y como en 6 meses terminaron una casa de 2 pisos, eran super rapidos y les quedo super bien, la casa tenia una separación de como 2 metros de la mia, suponía que era un pasillo para llegar atrás de la propiedad. Conocimos al dueño de la casa un Sabado por la tarde, el Senor era viudo y vivía solo ahí, pensé que era mucha casa para el solo, pero seguro tiene familia que lo venga a visitar.
Su nombre era Don Ricardo, un viejo de algunos 60 o 65, canoso, con una barriga marcada, chaparrito y super moreno, de esos morenos morenos, el señor era feo pero muy amable con mi familia.
Un dia me estaba bañando y desde el inodoro volteo por la ventana y pude ver la ventana de Don Ricardo, (aclarando, mi casa no es muy grande pero tenemos 2 banos) uno para mis papas y el otro para mi sola ya que soy la ultima hija y todos mis hermanos se fueron de casa. mi ventana estaba abierta, no tenia cortinas que taparan, pero no lo vi ahí, asi que termine de hacer y me pare a cerrarla.
Pense que mala suerte, ahora siempre tendre que banarme con la ventana cerrada, en un descuido el viejo ese me iba a ver.
Dias después mi mama llego algo asustada, me dijo que había visto a Don Ricardo en puros Calzones en su cochera, como si tuviera demencia el pobre viejo, no le di mucha importancia, pero las siguientes horas pensé, como seria ver a un señor desnudo?, se seguirá masturbando?, todos los hombres lo hacen, pero tan viejo aun asi lo seguirá haciendo?. No se por que pensaba eso, soy muy jovencita, tengo un cuerpo de campeonato, si quisiera ver un pene basta con pedirlo a quien yo quiera, por que esta duda en un viejo tan feo.
Me levante y me fui a bañar, mientras estaba en el baño me dio la curiosidad de abrir la ventana, tal vez podría verlo desde aquí sin que el se diera cuenta, abrí despacio y nada, no había nadie, asi que me comencé a lavar los dientes pero no cerré la ventana.
Tome mi celular y comencé a perder el tiempo, me quite la camisa, el bra y me puse a hacer del baño, no se como pero de reojo veo que encienden la luz de esa habitación, era muy tarde, no me había limpiado la caquita como para pararme a cerrar la ventana asi que fingi no darme cuenta.
Incliné un poco mi teléfono para usarlo de reflejo y pude confirmar una silueta en la ventana del vecino. Carajo, me estaba viendo cagar sin bra. No era lo que tenia en mente.
Me puse muy nerviosa, quería irme, para no dejarlo deleitarse con mi cuerpo pero tendría que limpiarme y eso iba a ser mas difícil, decidí esperar unos minutos para que se fuera, seguramente el temia que yo volteara a la ventana y lo atrapara.
Me quede 2 minutos, el tiempo iba super lento, el corazón me empezó a palpitar muy rápido, no entiendo aun como, pero me empecé a excitar mucho, sabia que un viejo me veía desnuda, podía ver perfectamente mis pechitos y mis pezones rosas de envidia, ¡oh dios!, porque estoy sintiendo esto?.
Tome un pedazo de papel y me comencé a limpiar la colita, deje caer el papel en la taza, pensaba que ya era mucho lo que podía ver como para además derle un espectáculo de mi popo.
Al contacto del papel en mi panochita pude sentir lo mojada que estaba, solo por limpiarme senti un escalofrio en todo mi cuerpo, mis pezones se pararon y se me pusieron super duros.
Termine de limpiarme y me quede sentada por un momento, la lujuria estaba en mi cuerpo, me la estaba pasando muy bien y quería continuar con esto, se que no es algo de una señorita pero que mas da, ya me he masturbado antes, vamos a darle a este viejo rabo verde un espectáculo.
Me quite el calzon y las sandalias y me quede completamente desnuda, no soy alguien que se depile su intimidad, asi que tenia una buena cantidad de vellos en mi pelvis, soy muy jovencita, pero para ese entonces ya tenia pelitos ahí.
Me puse de pie y me dirigi a la regadera, como si fuera a tomar la ducha, esto le daba la espalda a la ventana por donde me podía ver, quería que viera mi mayor tesoro, mis nalguitas hermosas, camine lento, las piernas me temblaban, llegue a la regadera y prepare el bano, después regrese al espejo y simulaba que me veía alguna espinilla o asi. Tome mi teléfono y lo incline apagado hacia la ventana, la silueta de Don Ricardo era perfectamente clara, estaba ahí quieto sin moverse, veo que se baja el pantalón y comienza a masturbarse.
Supongo que esto era lo mas hermoso que ese viejo había visto en su vida y eso me puso aun mas cachonda.
Acomode una toalla en el tapete de la regadera, me agache tanto como podía, quería que viera bien mi culo, después me hinque con las piernas muy separadas, puse las rodillas sobre la toalla pase mi mano entre mis piernas hasta llegar a mi panochita, pasaba desde mi ano hasta mi clítoris mis dedos, lo hacia lento, este era un regalo para ese señor, pero también era una experiencia muy morbosa para mi. Pensaba como ese viejo esta teniendo la suerte de verme toda empinadita tocándome mi panochita, continue por no mas de 3 minutos, mis piernas comenzaron a temblar, la excitación era intensa, solte un gemido y comencé a venirme, salían chorritos de pipi de mi que llenaron la toalla, nunca en toda mi vida había disfrutado tanto masturbarme como ese dia, termino, limpio un poco y me meto a banar dejandolo verme enjaboanda, y toda mojada, termino y me comienzo a secar, ya iba a salir del bano cuando vuelvo a tomar mi teléfono para ver su reflejo y la silueta ya no estaba, volteo a ver la ventana y veo una clara mancha en el cristal de su ventana, aquel viejo cabron había dejado su lechita embarrada antes de irse.
Esa fue mi gloria, hacer venirse a un viejo rabo verde.
Salgo de mi casa a la calle y lo veo en la mecedora de su patio, volteo a verlo y lo saludo de forma picara. -Buen dia Don Ricardo, como esta?
-Muy Bien señorita, mas que bien con las cosas de esta juventud.
-Por que lo Dice Don Ricardo?, finji mi cara de sorprendida.
-No pues nada muchachita, nada.
Me fui de ahí meneando las nalguitas, sabia que ese viejo todavía me las veía, que dia tan maravilloso le hice pasar a este viejo cabron, pero que Fantasia tan rica me hizo el pasar a mi.
Esto me paso por cachonda, pero estoy segura que otras también quisieran que les pasara, déjenme sus comentarios, que debo hacer para dejarlo mas cachondo al pobre viejo ese?
Hola soy Keyla, tengo 18, soy chaparrita, chichitas bastante grandecitas, tengo una cinturita y lo que mas me gusta de mi son mis caderas marcaditas y mi culito redondito y paradito.
Esto que les voy a contar me paso hace apenas unas semanas, ahorita estoy de vacaciones, es Agosto, 2 semanas antes de salir de clases yo iba para mi escuela, vivo en una colonia popular, casas chiquitas y descuidadas, tengo que caminar 10 calles para llegar a mi escuela, ese dia iba un poquito tarde, asi que caminaba mas rápido de lo normal, entro a la 1:00pm asi que era justo medio dia y el sol estaba super intenso.
Faltando 2 calles esta la casa / Taller mecanico de Don Rene, un señor de al menos 50 anos, chaparrito, con panza, muy moreno y muy canoso. Tenia fama de ser chiflado con las muchachitas que íbamos o veníamos de la escuela, asi que siempre le sacábamos la vuelta a esa casa.
Ese dia por las prisas no me asegure de hacerlo, total eran unos pocos metros, no pensaría que fuera a pasar nada.
Justo frente a su casa tenia un carro en reparación, Don Rene estaba sentado en una silla con una toalla y una plallera de tirantes. Asumi que debajo de la tolla traía algún short pero la verdad no lo pensé mucho, tenia muchísima prisa.
-Buenas tardes señorita, escuche decir a ese viejo feo y marrano.
-Buenas tard… Mientras volteo a verlo con una sonrisa fingida para responder el saludo, veo que levanta una de sus piernas y pone su pie sobre su silla como si se fuera uno a cortar las unas, en ese momento vi que no tenia calzon, y pude ver claramente como cayo su enorme pene de entre sus piernas, era muy ancho pero cortito, tenia unos testículos super grandes, como de cerdo, su pene se veía muy pequeño en comparación de aquellos huevos gigantes canosos, estoy segura de se dio cuenta que lo vi por la cara de impresión que puse, mis ojos se abrieron muchísimo y mi boca se abrió de la impresion, también estoy segura que lo hizo con la intención que lo viera, perdi el paso por un momento pero continue mi camino.
Cuando cai en cuenta de lo que había pasado me dio mucho coraje, pinche viejo cochino, ¿por qué hace eso?, porque es tan asqueroso? Pase todo el resto del dia preguntándome lo mismo, el problema es que no podía dejar de pensar en ese pene y esos huevotes, la imagen permanecia en mi cabeza por horas y horas.
Cuando salimos de clase una maestra me pidió que me quedar un momento mas, quería darme una papeleria para llevar a mi mama, yo tenia muchísimas ganas de ir al bano, como les digo era verano y el calor estaba insoportable había tomado muchísima agua. Termino de darme los papeles y me fui casi corriendo a hacer pipi, cual fue mi sorpresa que los banos ya estaban cerrados.
No creo poder llegar hasta la casa, tengo que hace, pero ¿dónde? A 5 calles de la escuela vive Lucia, mi mejor amiga, pensé darme prisa y llegar a su casa, emprendí la marcha y comencé a casi correr, apenas había pasado una cuadra cuando me di cuenta que no iba a ser posible llegar.
Estaba en una situación bien difícil, me urgía el bano pero no había donde.
Pase frente al taller de Don Rene y lo veo acostado debajo del auto afuera de su casa, las necesidades físicas hicieron que doblara mi orgullo y coraje y le pedi a Don Rene que por favor me prestara su bano unos minutos.
-Don Rene, discúlpeme no lo quiero molestar, pero en verdad me urge su bano, ¿puede por favor prestármelo?
-Claro que si señorita, venga para aca, ahorita le digo donde mero esta, me llevo tras su casa, el bano era de madera y tenia un pozo, ya podrán imaginar el olor que emanaba de ahí.
-¿Ay Don Rene, es su único baño?
-Me vas a disculpar señorita pero si, es aquí o atrás de aquellos fierros. Respondió en forma de burla.
-Bueno don Rene ahorita salgo. Mi comentario era con la intención de decirle que se fuera, pues ya estaba por reventar.
-Ay señorita es que tenemos otro problemita, fíjate que la puerta no cierra bien y pues me voy a quedar aquí para que no se abra, pero tu no te preocupes, yo me aseguro que nadie te vaya a ver.
Viejo cabron depravado y cochino, es evidente que esta ahí para ver lo que sea posible.
Sin poder discutir mas con el pensé que lo mejor era hacerlo rápido y no darle el gusto de estar mucho tiempo ahí, abro la puerta y veo la tabla de madera de madera, fue muy raro, por que debajo del asiento hay madera, pero le faltaban 2 tablas al bano por lo que había mucho espacio para que te vieran desde la parte de atrás.
Pense, sigamos el plan, haz pipi rápido y vete de aquí.
Me agache de la cintura para arriba, baje mi calzon quería asegurar que desde el frente (Donde estaba Don Rene) no se viera nada, pero en eso escucho un ruido al frente del bano, pensé te vas a joder viejo pervertido, no voy a dejar que me veas entre la puerta.
Puje y deje caer el chorro, era muy basto, en eso senti un flashazo que venia del asiendo del bano, después otro, no tenia sentido, no sabia que estaba pasando. Tome el papel y me limpie rápidamente. Estaba terminando de limpiarme y senti pasar algo por mi panochita.
Pegue un brinco y grite del miedo, pensé que era una arana o algún animal que saliera del escusado, cuando volteo a ver fue lo mas espantoso de mi vida, estaba Don Rene con un celular grabandome la cola, y con su otra mano me había tocado mi panochita, continuo grabando y se reia, se aseguro que mi rostro estuviera claro en ese video.
-Que le pasa Don Rene, ¿neta que le pasa?, porque es tan cerdo?, ¿por qué hizo eso?
-Ay Senorita, usted solita vino por el servicio, yo lo único que estoy haciendo es cobrando el precio de ese servicio. No tienes idea la cantidad de leche voy a aventar con este video y estas fotos.
-La sangre se me helo, me puse super nerviosa, estaba en la peor situación para una señorita de mi edad, sola me lo busque, ese viejo pervertido me tenia en video en el mejor ángulo imaginable.
Me puse rápidamente la ropa y Sali corriendo de ahí, pensé en denunciarlo, si la tenia el video iba a ir varios años a la cárcel, pero eso implica que al menos varios de la policía vean ese video, Como son los hombres de aquí es seguro que se iba a filtrar y llegar a internet.
Estaba super asustada, no sabia que hacer ni como recuperar ese video y esas fotos. Pense llegar a un acuerdo económico con ese viejo pervertido asi que junte todo lo que tenia ahorrado que eran 15,000 pesos y al siguiente dia a las 9:00am me dirigi a su casa.
Tenia que ser muy cuidadosa con la negociación, si se enojaba no iba a poder eliminar eso, asi que llegue tranquila y respetuosa. Pero al llegar lo veo sentado en la silla de su patio con su mano derecha metida en su short, es lógico que estaba tocándose los genitales.
-Buenos días Don Rene.
-Ay cabron, ¡que sorpresa!, la señorita mas bonita del barrio viene a visitarme. Dijo con una sonrisa burlona.
-Don Rene, necesitamos hablar de lo que paso ayer.
-Que paso ayer?. Respondio el estupido poniendo una cara de duda.
-Ay Don Rene no se haga, por favor vamos a hablar de esto.
-A ver señorita, primeramente, ¿cómo te llamas?
-Soy Keyla
-A pues mucho gusto Keyla, saco de su short su mano con todo el descaro del mundo y me estrecho la mano. Si no lo saludo va a notar mi enojo y esto va a empeorar, pero que asco tan horrible si yo toco esa mano asquerosa después de ver lo que estaba haciendo con ella.
-Don Rene, no por favor.
-Ah entonces no me vas a saludar?.
Casi salían lagrimas de mis ojos, me puso en una situación super incomoda. Como yo tenia claro mi objetivo, decidí saludarlo, levante mi mano y tome la suya, la tenia muy tibia, tenia en mi mano todo el olor de sus huevos y su verga.
-Mucho gusto Keyla, ahora si dime, ¿en que te puedo ayudar?, o necesitas el bano otra vez? Me respondio de la forma mas burlona posible.
-No Don Rene, por favor mire, vengo a que borre el video y las fotos que me tomo ayer, mire se que hay leyes, ¡si yo fuera mala iría a denunciarlo (inmediatamente levante la voz para tranquilizarlo) pero no lo hare!, no se preocupe, esto va a quedar solo entre usted y yo. Mire tengo aquí 5,000 pesos se los doy pero por favor borre ese video y fotos aquí mismo.
-No Maraarita, vale mas tener ese culito perfecto en mi teléfono, además apenas me la he jalado 3 veces con ese video, creo que me va a durar mucho tiempo.
-Ok mire, le doy 10,000 en verdad vamos a hacer el trato.
-No, ya te dije que no.
-15,000 ya le juro que no tengo mas, dije esto y comencé a llorar. Por favor Don Rene, ya no tengo nada mas.
Don Rene dejo de burlarse y me toco el hombro -Mira Keyla, vamos a hacer algo.
-Que Don Rene?
-Mira, no nos hagamos estúpidos, tu sabes que me gusta ensenarle la verga a las senoritas que pasan por aquí en mi taller, asi todas ricas y con sus culitos en busca de vergas como la mia.
El muy cabron estaba siendo muy sincero, pero también muy asqueroso.
-Si Don Rene, ahora se que eso es lo que le gusta.
-Pues mira, bien fácil, vamos a dentro y me miras mientras me la jalo frente a ti y listo
-Ay Don Rene como cree que vamos a hacer eso, no Claro que no, tome el dinero y ya terminamos con esto.
-No Keyla o es asi o no hay trato.
Maldito viejo pervertido asqueros, me tenia en jaque, no había llegado al precio y la negociación me parecía algo repugnante. Lo estuve pensando unos minutos mientras seguía llorando.
-Vas a querer Keyla o si no a chingar su madre de aquí chamaca pendeja.
-Pero yo no me voy a desvestir ni tocar nada verdad?
Una sonrisa perversa invadió el rostro de Don Rene. – No Keyla, tu no vas a hacer nada mas que verme, pero me vas a ver desde que inicie hasta que acabe, esa es la regla, hasta que acabe.
-y me va a dar su teléfono para que yo borre todo verdad, yo voy a borrarlo no usted, Decia esto mientras limpiaba mis lagrimas.
-Asi es Keyla, tu vas a estar sentadita nomas viéndome la verga.
La situación era repugnante, solo pensarlo me daba un asco que no puedo describirles, pero pensé que era algo que podía soportar, valia mas unos minutos de esto que toda una vida de miedo que mi familia o amigos vieran ese video.
-Bien Don Rene, vamos a hacerlo pero tengo su palabra que va a cumplir. (Como si la palabra de ese viejo asqueroso valiera algo).
-Si Keyla tienes mi palabra, La sonrisa en el rostro de ese cerdo no podía ser mas grande, estaba por cumplir una de sus mayores fantasías ser visto al detalle por una jovencita mientras se masturba a placer, ¡pervertido de mierda!
Se puso de pie y se dirigió a su casa, era de madera con techo de cartón, ese viejo vivía en la miseria total, tenia una cama muy viejita y chiquita y una mesa con 2 sillas. Era tan chiquita su casa que podría decirse que era del tamaño de mi habitación.
-Pasale Keyla, mira siéntate aquí, coloco una de las sillas al pie de la cama. Yo me senté y estaba super nerviosa por lo que estaba por pasar.
Don Rene se subio a la cama y se quito la plallera de tirantes, después bajo su short y se quedo en puro calzon.
-Te gusta esto que estas viendo Keyla?. Simplemente no respondi, no dije nada y evitaba tener cualquier expresión.
Se acosto frente a mi con la cara hacia arriba y comenzó a bajar su calzon, su pene estaba muy flasido y colgaba al lado derecho sobre sus enormes huevos negros y canosos, en ese momento un olor llego a mi nariz que me fue imposible no hacer cara de asco.
-Mira como me tienes putita, aquí dándote este espectáculo.
Sus palabras hicieron que comenzara a llorar, trate de contenerlo pero las lagrimas salían solas, tomo su pene y comenzó a masturbarse frente a mi, coloco una almohada en su espalda y se quedo inclinado con las piernas abiertas a unos 2 metros de mi, justo donde mejor podía ver la escena.
-Te gusta mi verga Keyla?, Di que si te gusta o aquí le paramos.
Ya había llegado a ese punto, si parábamos el había ganado comoquiera al haberme tenido así por unos minutos. Asi que solo asentí con la cabeza.
-Te gusta mi verga o no Keyla?, Dimelo.
-Si Don Rene, Respondí con mucho asco.
Don Rene me daba instrucciones claras, mírame directamente a lo huevos, se los acariciaba el mismo y me mostraba lo peludo y arrugados que los tenia. Se levanto se puso en cuatro levantando el culo hacia mi, mira mi ano Keyla, mírame todo…
La imagen era cruda, ruda, desagradable. Mi plan era ponerlo cachondo para que el muy cabron cerdo se viniera lo mas pronto posible y yo me pudiera largar de ahí.
-Ay Don Rene, que bonito se le ven esos huevotes desde aquí. (Dije con una voz fingida) con la esperanza que ese mal nacido me lo creyera. Asi fue pues el idiota se quedo con una cara de impresión que no podía con ella.
Te gusta Keyla, entonces si te gusta de verdad.
-La verdad que si Don Rene, me gusta mucho lo que veo, por que no se sigue masturbando para mi, quiero ver como es su semen, ándele hágame ese favor.
El muy idiota se lo creyó, se puso en la posición inicial, escupio su mano y se comenzó a masturbar, veía su cara de placer, dejo caer la cabeza para atras, señal de estar disfrutando a tope.
Les juro que no se que paso, no se si era el miedo, el asco, o el morbo que estaba produciendo mi cabeza, pero comencé a sentir humedad en mi panochita. El viejo pervertido no me había atacado al menos directamente y mi cuerpo me estaba traicionando. Continuaba diciendo porquerías pero poco a poco iba perdiendo el asco a decirlas.
-Mira Putita, mira como se sale liquidito de mi cabecita, ¿quieres mamármelo? Pregunto Don Rene entrado en confianza. -No Don Rene, quedamos en algo, siga con lo que estamos me gusta mas esto.
-Si mi putita, disfruta la vista, continue diciendole lo lindo de sus genitales hasta que me hizo una propuesta.
-Ensename las tetas, con eso no tardo ni 1 minuto en venirme.
A pesar que ya no era repugnante el momento quería que terminara, era muy morboso todo pero yo quería que el viejo se viniera, asi que sin pensarlo mucho levante mi playera y mi bra y deje ver mis tetitas perfectas, blancas redondas y mis pezones rositas.
El rotro de aquel suertudo hombre se impresiono, eran las tetas mas perfectas del mundo, se puso muy cachondo y le palpitaba la verga.
– Keyla, escúpeme en la verga, quiero sentir tus babitas en ella. La verdad es que la propuesta no me molesto, no iba a tocar nada, y tal vez esto aceleraría su venida. Sin mucho hacerme del rogar me puse de pie, me acerqué tomando mi distancia de altura. La imagen comenzaba a dejar de darme asco, un hombre hecho y derecho con las piernas abiertas tocando su enorme verga esperando mi saliva como un regalo de dios. Fue ahí cuando confirme que estaba mojada, no a chorros pero ya era mas de lo normal esto para mi.
Escupí lo mas que pude y le cayo directo en su muy gorda cabeza. Comenzo a gemir con los ojos cerrados y la cara torcida hacia el techo, yo seguía de pie al borde de la cama, me estaba viendo un impulso me hizo bajar un poco para verlo mas de cerca, solo quería verlo un poco mas, tal vez en mi inconciente buscaba ese olor del que tanto me queje en un principio, comencé a bajar mi cara y quede a unos escasos 10 centimetros de ese trozo gigante de carne negra, era increíble ya no tener ese fetido olor, se que ahí seguía pero mis sentidos ya no lo identificaban como desagradable.
-Me lo quieres mamar verdad putita Comento Don Rene al percatarse que estaba muy cerca de su miembro sin habérmelo pedido.
-N.. No don Rene, como cree, quedamos en algo.
-No te hagas Keyla, se que te gusta la verga y me la estas viendo con unas ganas que seria pecado no dejarte que me la mames, vamos a hacer algo, jalamela tantito, ya con eso.
El trato de ese cerdo, la forma de dominarme y los ya casi 15 minutos de espectáculo habían alterado mi subconsciente, pensaba tal vez si lo toco solo un poco no sea tan malo, tal vez hago un buen trabajo y se viene rápido, ahora después de varios minutos esa idea no era tan absurda.
-No Don Rene. Dije esto pero no tan firme como las anteriores veces.
-Andale, vas a ver que me vengo bien rápido nomas poquito muchachita
-Pero nomas bien poquito Don Rene, júremelo.
-Te lo juro Keyla , ven y jálame la riata.
En un movimiento muy lento pero continuo me fui acercando a su verga, la toque con mucho miedo con la mano derecha, solo podía abarbar la mitad de ella, era muy pero muy ancha. Era muy dura, pero tenia un cuero bastante ancho que no sabia si era flácida o rigida, fui bajando el cuerito y deje salir la cabezota, era como del tamaño de un durazno, comencé mi ritmo arriba y abajo, Don Rene estaba en la gloria.
-Asi Putita, asi, pelame la verga como toda una putita traga vergas.
Como es que no se viene el muy cabron, pero la verdad ya no la estoy pasando taaaan mal.
-Asi le gusta Don Rene?
-Asi me gusta putita, siguele.
Queria hacer algo que tal vez le gustaría mucho, con mi mano izquierda comencé a acariciar sus huevos, apenas me cabia uno en la mano, se que es una zona sensible asi que lo hice despacio y con mucha calma, eran muchas canas muy largas. -¡No te pases de Verga Keyla, que declicioso!
Perfecto, oficialmente estaba masturbando a un viejo depravado exhibicionista, oficialmente era una puta. No lo negaba en mi cabeza, aunque sabia que esto estaba mal, acepte que lo disfrutaba, acerque mi cara a su verga y aspire su olor ya a nada de venirse. Los chorritos de mi panochita no dejaban de salir, me puse bien perra, cerre los ojos y abri mi boca, fui bajando poco a poco hasta sentir la punta de su glande en lengua ensalivada.
Don Rene se asusto, se que volteo la cabeza a mirarme, pero yo ya estaba en lo mio que decidí continuar.
Saque un poco mi lengua y le lami la cabezota, en esa lamida me lleve mucho de su liquido preseminal, regrese la lengua a mi boca y probe por primera vez el sabor de un hombre, era intenso, con sabor a orina, solo me excito mas asi que continue pero esta ves meti toda su cabeza en mi boquta, apenas y cabia.
-Aaaaaaaaaaah que rico cerda, que rico que me estas mamando.
Hundí lo mas que pude esa verga y comencé a mover la lengua de lado a lado, a Don Rene se le pusieron los ojos en blanco y dejo de respirar, yo continue con lo mio por unos minutos hasta sentir una descarga de su lechita en mi boquita virgen.
-Ay Don Rene!, grite sacando ese pitote de mi boca, salieron otros 2 chorros con extrema cantidad que impactaron en la cara. Tenia toda su leche en mi rostro, era muchísima cantidad.
-Mamamela! Grito don Rene mientras seguía tirando leche a montonces. Sin dudarlo ni un poco volvi a meter tan profundo como pude su verga en mi boquita, solo para recibir los últimos 4 disparos de su lechita, es tibia con un sabor muy difícil de describir, me puso la mano en la cara y me embarro toda, los ojos, nariz, cachetes, el viejo tenia toda su semilla en mi rostro.
Yo no sabia cuando dejar de masturbarlo, asi que seguía al mismo ritmo, acariciando también sus huevos. El viejo tuvo una segunda venida que direcciono a mi pecho.
Le temblaban las piernas, y no dejaba de jadear, había tenido la mejor mamada de su vida.
-Don Pedro quedamos en algo
-Si Keyla, quedamos en algo, ten mi teléfono borra lo que quieras.
Me di cuenta que tenia fotos de otras compañeras de la escuela, el cabron se las tomaba cuando pasaban frente a su casa, comencé a borrar primero las mias y después todas las que pude.
– Keyla no me borres todo, no la chingues quedamos que solo las tuyas.
-Es usted un hijo de su chingada madre Don Rene, ahora que no tiene como joderme se lo tenia que decir, es usted un imbécil.
-Si Keyla, si soy ya se, pero tienes la lechita de este viejo pervertido ahorita en tu estomago, todos mis mequitos están adentro de ti y te chingas.
Me molesto su comentario, tal vez por que tenia razón, limpie con lo que pude mi cara y me retire de ahí. A partir de ese dia tomo una ruta mas larga para llegar a clases, ya solo me falta un poco para Salir y dejar de tener el recuerdo de ese viejo marrano.
Espero que esta historia les haya gustado, fue algo que me paso y no le había contado a nadie, a veces en las noches vuelvo a pensar en esa verga pero esta vez entrando en mi panochita, esa idea me pone cachonda pero la conciencia me gana. Dejenme sus comentarios, quiero saber si les gustaría leer mas de mis relatos, tengo varios por contar.




